Asuntos Sociales reconoce que faltan 7.000 plazas en residencias de ancianos

La Consejería de Asuntos Sociales es consciente de las carencias que tiene para la atención de ancianos. El departamento que dirige Isaías Pérez Saldaña reconoce que el déficit de plazas en residencias de ancianos asciende a 7.000. A la carencia de camas en establecimientos de este tipo se suma lo inadecuado de los existentes para las necesidades de los mayores andaluces. En la actualidad, el 60% de las plazas son para aquellos residentes que se valen por si mismos y el 40% restante para los asistidos, es decir, aquellas personas que necesitan la atención permanente de profesionales especializados, por enfermedad o invalidez. La Consejería pretende alterar este horizonte de aquí a finales del año 2000. Para empezar se desea invertir los porcentajes de plazas para válidos y asistidos, pues son estos últimos los que llenan las residencias, mientras que los que se valen por si mismos suelen vivir de forma independiente o con sus familias. El objetivo es que el 60% de las plazas sea para ancianos asistidos. En cuanto al déficit global de plazas, la Consejería tiene ya planes para cubrirlo. Antes de que acabe el próximo año, Asuntos Sociales pretende construir residencias públicas con 3.000 plazas y ha comprometido con la iniciativa privada la creación de otras 4.000. En la actualidad, el Instituto de Asuntos Sociales controla 533 residencias, entre las de titularidad pública y las concertadas. Las plazas administradas por la Consejería son unas 5.300. A estas cifras habría que sumar las de centros íntegramente privados aunque reconocidos y controlados por Asuntos Sociales. La falta de responsabilidad de las familias, que dejan a sus mayores en centros que no garantizan a través del control oficial un correcto cuidado de sus residentes, y las carencias de los servicios públicos para absorber la demanda de plazas provocan la aparición de centros ilegales con las consecuencias conocidas recientemente.