_
_
_
_
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Cosa de la ilusión

Puede definirse la actitud de un atleta de muchas maneras; podríamos hablar de garra, de ambición, podemos utilizar un buen número de adjetivos más o menos certeros, pero la palabra que realmente define esta actitud es la ilusión.La ilusión en el sentido privativo que posee para los que hablamos español como nos enseña Julián Marías, la felicidad que se experimenta con la esperanza de conseguir algo y situada tan cerca de lo que son los sueños.

Un atleta sin ilusión está muerto.

Por eso no acabo de entender algunas actitudes hacia los atletas cuando las cosas no salen como se esperan y no se cumplen las ilusiones que nos hemos creado sobre su rendimiento.

Me pregunto si no se dan cuenta de que a quien más le duele es al propio atleta. O dicho de otra manera: si después de una prueba todos menos el ganador están cabreados ¿cómo se puede esperar que se sienta uno cuando todo ha salido mal y además había 40.000 personas ilusionadas con lo que pudiera hacer? Supongamos que somos médicos y además buenos profesionales, por supuesto; supongamos también que operamos a vida o muerte un par de veces al año y que los pacientes o bien fallecen o salen malparados. ¿Tendremos bastante con sentirnos mal por no salvar una vida humana, o además tendríamos que ponernos un cartelito para escarnio público?

Más información
Misión imbatible

Por favor, no quiero que se me interprete mal, no es una justificación a ultranza de cualquier resultado o actitud, pero lo que sí pretendo hacer es una defensa de quienes más trabajan, más se exprimen y más solos se encuentran cuando los resultados dan la espalda, porque para la foto siempre hay mucha gente y para los momentos duros sólo quedan el entrenador, la familia y unos pocos amigos.

Pero el gran valor pedagógico de este deporte es precisamente ése, partirte la cara y volver a intentarlo un año después, porque la revancha no se produce el fin de semana siguiente. Y mientras tanto, rumiar tu propia decepción, tus angustias y tus errores cometidos para hacerte más fuerte aún esperando la próxima ocasión.

Recuerden, cualquier atleta español que participa en estos mundiales ha entrenado duro, muy duro para estar ahí y además hacerlo bien. Si los resultados no son los esperados no habrá sido por falta de ilusión.

Arturo Ortiz es el plusmarquista español de salto de altura.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_