El PP descarta participar en un futuro gobierno con nacionalistas

VIENE DE LA PÁGINA 1 A pesar de reconocer que éstas serán las últimas elecciones a las que concurra el presidente de la Generalitat, Trias puntualizó que Pujol no tiene por qué confirmarlo personalmente: "Un dirigente no tiene que decir este tipo de cosas; me parece ridículo". No obstante, advirtió que la persona que ocupe el segundo puesto en las listas, en referencia al consejero de Economía Artur Mas, no tendrá que ser obligatoriamente el sucesor de Pujol. "Es un error plantear que los número dos son los herederos. Si se mira en todos los partidos, los que van como segundos en la lista no son herederos de nada", sentenció. Por su parte, el secretario general de Esquerra Republicana, Josep Lluís Carod-Rovira, afirmó ayer en Prada de Conflent que cualquier pacto de gobierno en el que participe su formación deberá incluir la reforma del Estatuto, la presencia de Cataluña en la Unión Europea, la modernización de la industria cultural y la creación de un espacio social catalán, informa Clara Tarrero. Carod-Rovira planteó también la necesidad de un cambio generacional en el poder para dejar paso a gente con proyectos más ambiciosos y acabar con "los que han gobernado durante 20 años". Además advirtió que las próximas elecciones podrían significar el final del poder en manos de CiU y el PSC. Pactos con el PP El candidato del PP a la presidencia de la Generalitat, Alberto Fernández Díaz, afirmó ayer en Alcanar (Montsià): "Los populares no formaremos parte de un gobierno con connotaciones nacionalistas", refiriéndose a un posible pacto con CiU tras las elecciones de otoño, según informa Silvia Berbis. Con estas declaraciones el líder popular contradijo al ministro portavoz del Gobierno central, Josep Piqué, que en una reciente entrevista mostró la predisposición del partido a un eventual acuerdo con CiU tras las elecciones autonómicas. Un hipotético ejecutivo de coalición no es posible porque, según comentó Fernández Díaz: "Pujol está encabezando un nacionalismo de fin de etapa con planteamientos cada vez más radicales y después de haber estado veinte años en un gobierno caracterizado por la reivindicación, la queja y el agravio". El presidente del PP catalán aprovechó la oportunidad para recriminar, una vez más, al socialista Pasqual Maragall su predisposición a pactar con fuerzas de izquierdas como Iniciativa per Catalunya, Esquerra Republicana o los anguitistas con el objetivo de presidir la Generalitat. Fueron partidos a los que acusó de "no respetar la Constitución" e incluyó también a IC-V, aunque posteriormente rectificó sus palabras. Fernández Díaz acusó a Maragall de estar " tomando un camino escorado hacia la izquierda" y de pretender "trasladar a Cataluña el cóctel balear", refiriéndose al pacto progresista que ha dejado a los populares fuera del Ejecutivo de las islas pese a ser la lista más votada.