El Atlético descubre a Gamarra

SPORTING 0 ATLÉTICO 0Fiel a sus axiomas particulares, Claudio Ranieri plantó al Atlético en el campo de forma tal que el sopor no lo sorprendiera sentado en el banquillo. "Cuando mi equipo tiene el balón me duermo", dijo la víspera. Su equipo hizo efectivo su empeño entregando el balón al Sporting de Lisboa en el partido de vuelta de la Copa Reebock, jugado en el estadio José Alvalade.Sin embargo, el Atlético ofreció signos de esperanza en lo que será su fundamento en el comienzo de la Liga: la omnipresencia de Gamarra en defensa y para sacar el balón en largo, la distribución de Valerón desde la media punta, y el instinto de Haseelbaink para crear peligro en el área rival.

El Sporting jugó a medio gas pero manejó la pelota con soltura en el primer tiempo y se defendió bien. Los portugueses -dirigidos por Materazzi, otro italiano- también se formaron en 30 metros alrededor de Duscher, un centrocampista con ojo táctico y buen pase. Tocaron el balón en corto, sin rapidez y llegando con timidez a la puerta de Toni, que ayer fue titular en detrimento de Molina.

De cómo Ranieri pretende prosperar con el Atlético sin pedir a sus jugadores una supremacía sobre el rival en la posesión del balón es una cuestión que queda para los arcanos del fútbol italiano. Ranieri parte de la presión como base de su plan: los tres centrales achican hacia el círculo central, los delanteros retroceden a buscar la recuperación, y entre medias, el centro del campo se va estrechando hasta ofrecer espacio sólo a dos, o a tres. Ayer los únicos centrocampistas que salieron en el once titular fueron Leal y Valerón.

Valerón fue la médula del Atlético. Con mejor visión de juego que Leal, hace de media punta de toda la vida; y es una figura paradójica en un equipo cuyo entrenador dice que no le interesa tener el balón. Valerón es el jugador más indicado para tenerlo, y el jugador más trascendente del Atlético que proyecta Ranieri.

Por detrás de Valerón, Gamarra se apuntó como uno los pilares. Ayer reparó los fallos de Santi, retrocedió, cortó bien, se anticipó y se mostró sobrado de velocidad. Además leyó bien los movimientos de sus compañeros. Su pase largo pareció más preciso que el de Chamot, y de consolidarse, será el primer encargado de sacar los pelotazos a las bandas para explotar los arranques de Capdevilla y Pilipauskas. Pilipauskas debutó ayer en la banda derecha y aunque apenas pudo dibujar un par de jugadas, mostró que tiene recorrido y sabe centrar. Es el Anglomá de Ranieri en el Atlético. Junto con Capdevilla en la otra banda y el tridente que formaron José Mari, Hasselbaink y Correa, componen los potenciales rematadores. Un grupo tan numeroso como embarullado y falto de coordinación que sin Valerón en el segundo tiempo, trocó en muchedumbre confusa.

Hasselbaink, que ayer hizo alarde de disparo con las dos piernas y hasta de pases al hueco con la espuela, no parece tener rival en la plantilla para ocupar el puesto del estilete del equipo que cuece Ranieri. Un equipo que en espera del regreso de Kiko, tiene a Valerón y Gamarra como directores de un juego que de momento sigue siendo anodino y reiterativo.