La izquierda mexicana ve en el pacto contra el PRI el camino a la democracia

Los componentes de la alianza de la oposición mexicana, aún en ciernes, se muestran exultantes por los sondeos, que les auguran el triunfo en las elecciones de julio del 2000. Amalia García, nueva presidenta del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), aprovechó la toma del cargo para asegurar que el pacto con el derechista Partido de Acción Nacional (PAN) ha generado esperanzas de que el oficial Partido Revolucionario Institucional (PRI) "sea vencido".

"México emprenderá un nuevo rumbo", vaticinó confiada. García subrayó que en el año 2000 aparece por primera vez la posibilidad real de ganar las elecciones presidenciales y llevar al poder a un Gobierno que concluya en algunos años las tareas principales de la transición a la democracia. "Esta alianza se ha hecho necesaria porque todos los esfuerzos que hemos hecho para lograr una transición democrática pactada con el PRI han fracasado", afirmó García.La nueva presidenta reconoció que para el PRD es difícil obtener el triunfo por sí solo contra el PRI, que vuelve a refugiarse en el clientelismo y el fraude electoral, según sus tesis. Por eso, García hizo un llamamiento a sus compañeros a consolidar un gran acuerdo nacional en beneficio del pueblo de México. Y destacó que las alianzas no se darán exclusivamente entre las direcciones de los partidos políticos, sino en cada Estado, municipio, calle, escuela, empresa y casa: "Hay que convencer al pueblo, cada vez más desconfiado de los partidos, de que vamos a cumplir nuestras promesas".

García es una de las principales impulsoras de la alianza entre los partidos de oposición, por lo que su llegada a la presidencia del PRD fue festejada por candidatos y políticos de izquierda y derecha. La dirigente aclaró que el propósito de la alianza de la oposición no es quitar al PRI para que todo siga igual, sino que México cambie: "Los partidos se unirán para lograr una serie de objetivos concretos, por lo que ninguno debe renunciar a sus proyectos de nación particulares". Estos fines son: "Acabar con el sistema corporativo y autoritario que dominó a nuestro país durante 70 años"

García recibió con satisfacción la declaración del copresidente del Citigroup, John Reed, de que una victoria de la oposición no será un obstáculo para la estabilidad del país y las inversiones extranjeras, siempre y cuando la alianza se comprometa con la actual política económica.

La primera presidenta mexicana de un partido político reconoció que, en caso de no concretarse la coalición opositora, promoverán "una alianza de centro-izquierda" con los partidos que quieran concurrir con su candidato. Cuauhtémoc Cárdenas, gobernador de la capital mexicana y candidato del PRD, afirmó que la unidad de los militantes "perredistas" será fundamental para lograr la alianza. Vicente Fox, candidato del PAN, dijo que "hay dos candidaturas para las elecciones: una de más de lo mismo [la del PRI] y otra que ofrece el desarrollo y un México con posibilidades de mejorar el ingreso de las familias [la suya]". Fox dijo que el PAN aportará a la coalición la experiencia para hacer crecer la producción, mientras que el PRD impulsará el desarrollo social y una mejor distribución de la riqueza generada.