ALFONSO ARAMBURU PINTOR "Mediocres e inútiles totales se han refugiado en la vanguardia"

Alfonso Aramburu, pintor y arquitecto onubense, tiene un decidido aspecto de intelectual veterano: poco pelo pero media melena cana. Alfonso Aramburu, de 61 años, estudió en Madrid, ciudad en la que expuso por primera vez en 1962. También ha montado exposiciones en Francia, Alemania y en numerosas localidades españolas. Pregunta. ¿Cómo define su pintura? Respuesta. Supone una reacción contraria a mi carrera de arquitecto, que es metódica y con una serie de obligaciones derivadas de las normativas de las ordenanzas, desde las municipales hasta las que impone la persona que te encarga el proyecto. Un amplio abanico de factores y parámetros influyen en la obra de arquitectura, como la cuestión económica o el programa que has de cumplir. Ésa es mi profesión. Enfrente, me pongo a pintar en un papel y hago lo que quiero, con total libertad, de lo figurativo a lo abstracto. Así es mi pintura. P. En su última exposición en Huelva había cuadros de tema marino referidos a la provincia onubense. R. Me gusta, más que nada, la zona de marismas y costas de la provincia onubense. A mí me atrae la horizontalidad en los paisajes. Voy hacia una interpretación horizontal de la naturaleza, pretendo que no existan fronteras entre el mar y la tierra. Me atraen la marisma, los puertos, la desembocadura de los ríos, la bajamar, las olas rompiendo en los acantilados de Mazagón. La mayoría de mis cuadros huyen de la agresividad de la montaña y van hacia la horizontalidad del paisaje. P. ¿Hacia dónde cree que evolucionará la pintura del futuro? R. Irá hacia lo figurativo, porque al amparo del arte abstracto y de las nuevas tendencias se esconden personajes que no tienen ni la más mínima idea del oficio. No es lo mismo dibujar mal que desdibujar. La primera exigencia del artista consiste en dibujar bien, y luego se puede tender hacia la abstracción. Lo que no se debe hacer es empezar por la abstracción, como han hecho la mayoría de los vanguardistas. P. ¿Considera que dentro de la vanguardia se han refugiado algunos mediocres? R. Mediocres e, incluso, inútiles totales. El ejemplo contrario son pintores como el onubense José Caballero, que cultivó un figurativo perfecto, pero luego sabía desdibujar las figuras a su antojo. Sin embargo, hay personas que desdibujan desde el principio porque no saben hacer otra cosa. Carecen de oficio. Y esta circunstancia se da, desgraciadamente, en todas las tendencias del arte, desde la música al teatro. P. ¿Cuál es el pintor que más ha admirado? R. Goya, porque diversifica mucho su estilo, que va desde el abstracto al hiperrealismo, y por su producción en general.