Irvine rompe el Mundial
El irlandés gana en Hockenheim y supera a Hakkinen, que abandonó, en la clasificación
El irlandés Eddie Irvine rompió ayer definitivamente el Campeonato del Mundo de fórmula 1. Irvine llevó su Ferrari a la primera posición del Gran Premio de Alemania y se convirtió en líder del Mundial cuando quedan seis pruebas para que acabe. Irvine y el finlandés Mika Salo ofrecieron a la marca italiana otro doblete y le permitieron aumentar su diferencia en la clasificación (ahora tiene ya 90 puntos) sobre McLaren-Mercedes, que se encuentra a 16 puntos. La tercera posición fue para el alemán Heinz Harald Frentzen (Jordan). El Mundial es ahora impredecible. Cada carrera se convierte en una odisea para sus protagonistas, que caen víctimas de sus propios errores, de los de sus bólidos o de los de sus equipos. Le ocurrió en Gran Bretaña a Michael Schumacher (problema mecánico y choque), que parecía en una sólida posición para adjudicarse el título. Y ayer volvió a sucederle al finlandés Mika Hakkinen, tras el percance que ya había tenido con su compañero de equipo David Coulthard en el Gran Premio de Austria, que le impidió ganar aquella carrera. Hakkinen controlaba la carrera en el sinuoso circuito de Hockenheim, superado ya su ecuador, cuando entró en boxes para cambiar neumáticos y repostar, una operación sencilla que se convirtió en una verdadera pesadilla. No hubo problemas con el cambio de ruedas, pero la manguera del combustible se atascó y los mecánicos se vieron obligados a recurrir a otra. En total, de los ocho o nueve segundos que suelen invertirse en la operación, se pasó a 21. Cuando Hakkinen regresó a la pista (a 21 vueltas del final) había descendido a la cuarta posición, superado por Irvine, Salo y Frentzen. Comenzó ahí su remonte. Adelantó a Frentzen en una arriesgada maniobra, pero minutos más tarde sufrió un pinchazo y acabó estrellándose tras una larga y espectacular derrapada en la que no tuvo ninguna posibilidad de controlar su coche. Ahí acabó la carrera. Irvine y Salo no tuvieron ya problemas para proseguir su marcha triunfal. Gené, noveno Para los pilotos españoles la suerte fue dispar. Pedro de la Rosa (Arrows) se vio obligado a abandonar cuando marchaba en décima posición, a ocho vueltas del fin de la prueba, debido a una salida de pista. Marc Gené (Minardi), en cambio, realizó una de sus mejores carreras y acabó en novena posición. "Para mí lo más importante es que he acabado en la misma vuelta que el ganador", señaló Gené. "Eso demuestra que vamos mejorando".
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