Una expedición de TVE culmina en Pakistán la ruta de Alejandro

El Nanga Parbat, en el extremo occidental del Himalaya paquistaní, ha sido bautizado como la montaña asesina. Coronado por una enorme mole de nieve y hielo que se eleva hasta los 8.125 metros, tiene el macabro récord de ser el ochomil que más víctimas se ha cobrado en la historia del alpinismo. Un equipo del programa de Televisión Española Al filo de lo imposible acomete el último tramo de la escalada para alcanzar la cima y poner así fin a una expedición que ha seguido a grandes saltos la ruta de Alejandro.

El equipo de Al filo de lo imposible salió hace más de tres meses del monte Olimpo, en Grecia, con un itinerario en el cuaderno: reproducir el largo viaje que Alejandro Magno emprendió desde el Mediterráneo hasta Asia hace 24 siglos. La expedición española ha tardado bastante menos de los 10 años que invirtió el ejército macedónico en el viaje y ha modificado parte del recorrido. "La ruta de Alejandro es una excusa para recorrer Grecia e Irán y llevar a cabo una narración cinematográfica", comenta Sebastián Álvaro, director del programa.Al filo de lo imposible concluyó el primer tramo del trayecto en Irán, con una escalada a los tres picos más altos de ese país y una parada en la legendaria Persépolis. La siguiente escala los llevó a remontar las aguas bravas del río Indo. En territorio paquistaní superaron la Torre sin Nombre del macizo del Trango, en la cordillera del Karakorum. "Con sus 6.300 metros de altura es la torre más bonita del mundo", asegura con rotundidad Álvaro. La última etapa del viaje ha tenido como referente el imponente Nanga Parbat (la montaña cruel) en el Himalaya paquistaní. Contra su implacable mole de hielo se estrellaron varias expediciones de los nazis durante el periodo de entreguerras. Para los alemanes, conquistar su cima se convirtió en una cuestión de honor y en 1953 Herman Buhl consiguió doblegar a la montaña asesina. "Su aislamiento la convierte en un foco peligroso por los drásticos cambios meteorológicos. Las perturbaciones no tienen por dónde escapar y se quedan ahí", constata el director de Al filo. Encabezada por los hermanos Félix y Alberto Iñurrategui, expertos escaladores que han conquistado ya nueve cumbres de más de 8.000 metros de altura, la expedición estaba ayer a las puertas de la cumbre. El Nanga Parbat sería para los dos escaladores su décimo ochomil. También asciende las encrespadas paredes de hielo José Carlos Tamayo, considerado por el director de Al filo como "el mejor alpinista del país" por su adaptación a todos los terrenos (roca, hielo y nieve) y por su historial irrepetible. Ha escalado las vías más difíciles de los Alpes y del Cáucaso. "Es capaz", dice Álvaro, " de subir un ochomil con una mano atada en la espalda". Y es también el alpinista que mejor filma en la cumbre. A la expedición se unió Jon Lazcano, especialista en escalada en roca, y el cámara Antonio Perezgrueso. Las imágenes obtenidas se mezclarán con las grabadas en 1937 por los nazis, que se conservan en el Museo de la Montaña de Turín. Con todo el material se amasarán dos capítulos de Al filo para la nueva temporada.