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Reportaje:

El coloso de los negocios

Ana Pantaleoni

Cada vez quedan menos camarotes libres en el nuevo buque de los negocios de Barcelona. El World Trade Center (WTC) está en camino de completar su comercialización, tres días después de que se inaugurase de forma oficial. Desde que este centro internacional de negocios entró en funcionamiento, en otoño del año pasado, una cincuentena de empresas ya se han incorporado y dos de sus tres edificios de oficinas están casi completos. Todo un éxito si se tiene en cuenta el negro pasado del WTC. El complejo ha echado anclas de forma definitiva en el puerto con siete años de retraso. El espectacular edificio circular, en el que se han invertido 23.000 millones de pesetas, se empantanó en 1992 por problemas financieros. Cuatro años de parón en las obras. Fue en 1996 cuando la Autoridad Portuaria de Barcelona, que dirige el puerto y es nombrada por el Gobierno catalán, adquirió la parte mayoritaria de las acciones y puso de nuevo en marcha el proyecto. La habilitación de este espacio de 130.000 metros cuadrados en el muelle de Barcelona, donde hasta hace unos años atracaban barcos llenos de mugre marinera, significa un paso más en la recuperación del Port Vell. Tras el Palau de Mar y el Maremàgnum, el WTC se erige como un enclave pensado especialmente para la actividad empresarial y de cruceros. La vitrina marítima de la ciudad, con permiso de lo que pueda construir en el futuro Ricardo Bofill, se verá culminada con lo que será la segunda bocana del puerto. Ésta permitirá desviar todo el tráfico de mercancías hacia la zona sur actual y más tarde hacia la ampliada junto a la nueva desembocadura del Llobregat. A los dos lados de este buque de negocios (el edificio recuerda la forma de un barco), hay que añadir los 15.000 metros cuadrados de las dos terminales de cruceros que permitirán que el conjunto del puerto acoja simultáneamente hasta nueve barcos de este tipo. Las nuevas terminales pueden dar servicio a medio millón de pasajeros al año. En abril del 2002 está previsto que entre en funcionamiento el cuarto edificio del complejo, un hotel de 230 habitaciones que actualmente se encuentra en fase de concurso y que pondrá punto final al conjunto. Cuenta, además, con un aparcamiento subterráneo de 830 plazas, un auditorio y salas de reuniones y exposiciones. Según el calendario, en el 2004 se celebrará la asamblea general de World Trade Center"s en Barcelona. En estos momentos, el edificio este, encarado al mar, está totalmente ocupado. Cable i Televisió de Catalunya y la consignataria Mediterranean Shipping son algunas de las empresas que han optado por instalarse en el edificio. El precio medio del alquiler de las oficinas se sitúa en torno a las 2.500 pesetas por metro cuadrado. El edificio sur, encarado a Montjuïc, tiene comprometido su espacio en un 92%, y entre los contratos firmados hay algunos con empresas del sector de la comunicación. Asimismo, las negociaciones con la empresa norteamericana de ordenadores Hewllett-Packard están ya muy avanzadas. Así lo confirmó el director general de WTC, Enric García Castany, quien se congratuló de "que la comercialización haya sido muy rápida, teniendo en cuenta que las obras todavía no están acabadas". Sin embargo, WTC todavía no ha vendido todas sus entradas. La asignatura pendiente es el tercer edificio, que mira hacia la Vila Olímpica y aún está en obras. A pesar de que la fachada está acabada, los techos y las instalaciones interiores no estarán finalizados hasta el mes de diciembre. Ya hay dos plantas del tercer edificio comprometidas con el puerto de Barcelona y con Buque Bus, según informó García Castany. Un paseo hacia la ciudad Pero no sólo se hablará de negocios en el WTC. El ocio también tendrá su espacio. Un paseo público de 320 metros conectará la plaza central del WTC, en la que se ha situado una original fuente, con la ciudad. El diseño de este edificio se encargó a la firma de arquitectos Pei, Cobb, Freed & Partners, liderada por Ming Pei y Henry Cobb, autores de la pirámide de cristal del Museo del Louvre, en París, entre otros proyectos. Además de todas sus iniciativas empresariales, el WTC promoverá actividades dirigidas al ciudadano: desde concursos de fotografía y pintura hasta conciertos de música clásica. Una de sus prioridades es integrar plenamente el nuevo complejo en la ciudad. El objetivo de este edificio inteligente es hacerse cargo de las necesidades logísticas, administrativas y de servicios de los empresarios y profesionales instalados en él. Una de sus particularidades son sus altas prestaciones tecnológicas. En concreto, se ha creado una red de cable que permite comunicaciones a una velocidad 240 veces superior a la que ofrecen los sistemas convencionales. Los primeros World Trade Center se remontan a la II Guerra Mundial. En la actualidad operan en todo el mundo un total de 327 repartidos por 100 países y con más de 500.000 empresas afiliadas.

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Sobre la firma

Ana Pantaleoni
Redactora jefa de EL PAÍS en Barcelona y responsable de la edición en catalán del diario. Ha escrito sobre salud, gastronomía, moda y tecnología y trabajó durante una década en el suplemento tecnológico Ciberpaís. Licenciada en Humanidades, máster de EL PAÍS, PDD en la escuela de negocios Iese y profesora de periodismo en la Pompeu Fabra.

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