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Peter Leko da jaque a los reyes

Leontxo García

El ajedrez tiene 16 siglos de historia documentada, pero muy pocos jugadores desarrollaron una trayectoria tan brillante y mostraron un perfil tan original como el húngaro Peter Leko, de 19 años. Ayer ganó el torneo de Dortmund, donde superó a los rusos Anatoli Kárpov, campeón de la Federación Internacional (FIDE), y Vladímir Krámnik, 3º del mundo, así como al indio Viswanathan Anand, doble subcampeón, entre otros. Extravertido y vegetariano estricto, es la nueva estrella del deporte mental."Este chico tiene talento, pero nunca llegará a campeón del mundo con un estilo tan conservador". Pocos dudan que Kárpov tenía razón cuando dijo eso en 1993, tras hacer tablas con Leko en el torneo de León. Cuatro factores han influido principalmente en que el joven húngaro se haya consolidado entre los grandes: la influencia de su madre; el trabajo como ayudante de Anand durante los últimos años; la amistad con el estadounidense Bobby Fischer, ex campeón del mundo, y la reciente contratación como analista del cubano Amador Rodríguez. Leko añade otro, no tan evidente: "Estoy seguro de que hay una relación directa entre mi alimentación y mis resultados", declaró a EL PAÍS.

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Para el deleite de los seguidores de Sigmund Freud, padre del psicoanálisis, casi todos los astros del ajedrez están muy unidos a su madre. Leko vive con la suya, divorciada, y con su hermano. Ahora, gracias al dinero ganado con el ajedrez, no hay problemas de espacio porque la casa tiene 300 metros cuadrados. Los comienzos fueron mucho más difíciles: "Antes del divorcio, vivíamos en una habitación y media. Yo no podía entrenarme allí".

Pero ello no produjo secuelas en su carácter, a juicio de su madre, Julia, que le definió así poco antes de que se convirtiese en el gran maestro (equivalente a cinturón negro en yudo) más joven de la historia, a los 15 años: "Es un chico muy equilibrado y muy saludable, física y mentalmente. En contraste con su hermano mayor, que vive en una especie de cuento de hadas permanente, Peter siempre ha tenido un comportamiento y una personalidad más propia de quien es algo mayor. Le gustan muchas cosas, sobre todo la geografía, y está aprendiendo mucho al viajar. En resumen, no tengo motivos para estar preocupada, sino todo lo contrario". Esa abundancia de viajes obligó a una situación escolar muy especial: acudía al colegio sólo para los exámenes, que superaba sin problemas. Julia le acompañaba casi siempre a los torneos con la principal misión de controlar su estricta dieta. Ahora lo hace él mismo, pero ya no es tan estricto cuando viaja.

Mauricio y Nieves Perea, a quienes Anand define como "sus padres españoles", recuerdan una visita de Leko a su casa en Collado Mediano (Madrid) durante el entrenamiento conjunto del indio y el húngaro: "Se presentó con un alimento envasado que parecía alpiste, latas de alcachofas y otras cosas raras. Le insistimos en que probase nuestras lentejas con un toque secreto que no podemos revelar , y se comió dos platos. Por lo demás, es un chaval muy simpático".

Leko no oculta que es uno de los pocos seres humanos que ven con frecuencia a Fischer, en Budapest. Sin embargo, elude hablar de la ideología neofascista del estadounidense: "Nuestros puntos de vista sobre algunos temas son diametralmente opuestos. Pero él es un genio irrepetible. Y yo, además de aprender mucho, le respeto como jugador y como persona".

Desde que trabaja con Rodríguez, que destacó por la agresividad en su época de jugador, Leko arriesga más que cuando era adolescente. Hace cuatro meses, tras el excelente quinto puesto del magiar en Linares, el cubano explicó su plan: "Peter necesita madurar a base de enfrentarse y convivir con los grandes en unos cuantos torneos. Pero sin prisa. Como no hay duda alguna sobre su gran talento, lo demás llegará con paciencia y trabajo". Ahora se ve que tanto Kárpov como Rodríguez tenían razón: Leko, 10º del mundo en la lista del 1 de julio, triunfó ayer en Dortmund contra pronóstico a pesar de que todavía no muestra el arrojo propio de un ajedrecista tan joven. Pero suple esa carencia con una profundísima comprensión de la estrategia, un olfato exclusivo de los genios. La pregunta es ¿de qué será capaz cuando suelte todo su talento sin miedo a perder?

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Sobre la firma

Leontxo García
Periodista especializado en ajedrez, en EL PAÍS desde 1985. Ha dado conferencias (y formado a más de 30.000 maestros en ajedrez educativo) en 30 países. Autor de 'Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas'. Consejero de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) para ajedrez educativo. Medalla al Mérito Deportivo del Gobierno de España (2011).

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