_
_
_
_

Hablando con las estrellas

PERFILESDe su abuelo paterno, que lo llevaba de pequeño a las vías del tren, junto a Chapina. a lo que hoy es la Isla de la Cartuja, aprendió "a mirar al cielo". Como marino, estuvo destinado en los años 50 en la isla de Alborán, donde elaboraba partes metereológicos tres veces al día y allí pudo verificar lo que le habían enseñado siendo niño: las cabañuelas, un sistema ancestral que permite pronosticar el tiempo que hará cada uno de los meses del año siguiente observando las variaciones atmosféricas que se producen en unos días determinados de agosto o enero. Nacido en Cádiz, pero malagueño de adopción, Félix Esquitino Galán, un comandante de la Armada ya retirado, se ha pasado casi toda su vida volcado a interpretar los signos que permiten predecir los cambios metereológicos. "Yo cogí el testigo de mi abuelo, que había sido calderero, sobre las cabañuelas, aunque en mi familia se decía que eso venía de mi tatarabuelo. En Alborán estudié además astrología y astronomía. Estábamos en contacto con los pescadores, porque si hacía levante no podían salir a la mar", recuerda Esquitino. Ahora, a sus 66 años, se ha decidido a publicar un libro que recoge lo que ha podido comprobar durante toda su vida: Astro-cabañuelas. Método autodidáctico para la previsión del tiempo meteorológico (editorial Samarkanda), escrito en colaboración con Marisa Conde. "Desde un punto de vista estadístico, se consigue un 95% de aciertos. Nos equivocamos, pero también la metereología se equivoca y no hace predicciones de más de una semana" comenta Esquitino, que al método tradicional de las cabañuelas que practica la gente de campo ha añadido el de la predicción a través de la observación de los astros o "astrometereología". "Los planetas tienen vida y hablan, aunque el suyo es un lenguaje matemático", asegura Esquitino, que rechaza el calendario gregoriano por el que nos regimos. "Me causa estupor que a la entrada del siglo XXI tengamos este calendario, que no está sincronizado con el movimiento de los cuerpos celestes". En su opinión, el más completo es el chino "porque se basa en el sol y la luna". Algunos de los medios que emplea son rudimentarios, desde la contemplación del comportamiento de las avispas y otros animales a los dolores fantasma (los que padecen muchas personas con alguna lesión cuando se van a producir cambios climáticos), y sobre todo, los árboles. "Lo que mejor mide el tiempo metereológico es el árbol, que tiene memoria. El movimiento de traslación de la Tierra alrededor del Sol queda grabado en las anillas de su tronco". Para el no iniciado puede resultar complicado, pero él asegura que cualquiera puede aprender a predecir el tiempo. Aunque todavía no estamos en agosto, ya tiene su pronóstico para el año 2000, ya que en sus cálculos utiliza mayoritariamente la astrometereología. "Será un año casi catastrófico. La lluvia brillará por su ausencia". Internet, un telescopio y hasta unos simples gemelos son las herramientas fundamentales de esta pasión, aunque precisa: "Mil veces que naciera, mil veces sería marino". Ahora que tiene tiempo, le echa diariamente entre 8 y 10 horas al ordenador y cada noche, y pese a los "celos de su esposa", se acerca a la playa con sus prismáticos a mirar las estrellas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_