Piqué exige al Partido Popular de Cataluña que no base su campaña sólo en la gestión del Gobierno central

VIENE DE LA PÁGINA 1 El dirigente conservador alertó de que la campaña de las autonómicas no puede enfocarse exclusivamente explicando la gestión del Ejecutivo popular, como se hizo en las recientes municipales. "La gestión del Gobierno es un elemento más, pero no el determinante", explicó el ministro, quien pidió un esfuerzo del partido para intentar llegar al centro de los intereses de la sociedad catalana. El PP de Cataluña ha designado un comité de estrategia para empezar a preparar los comicios. El comité tiene un perfil netamente catalanista e incluye al propio Piqué, si bien éste aún no ha asistido a ninguna de las reuniones que ha celebrado hasta ahora. La dirección nacional del partido ha encargado varios estudios sociológicos antes de definir con exactitud la estrategia que piensa seguir para que Alberto Fernández trate de romper la bipolarización prevista entre el nacionalista Jordi Pujol y el socialista Pasqual Maragall. No obstante, los grandes rasgos -basados en el catalanismo y la moderación- ya están definidos y harán que Vidal-Quadras y sus seguidores queden al margen de la campaña. El ministro quitó trascendencia a las declaraciones de Pujol, quien recientemente minimizó las posibilidades del PP en Cataluña, y recordó que pronto se celebrarán las elecciones y pondrán a cada cual en su sitio. Piqué participó ayer en la escuela de verano de las juventudes del PP que se celebra en Sitges y dio una conferencia sobre las reformas emprendidas por el Gobierno, en la que defendió la política de liberalizaciones. Ante varias decenas de jóvenes de toda España, el ministro explicó de forma muy académica las virtudes que a su juicio tiene el liberalismo y la preponderancia del mercado sobre el Estado, al que ve en el papel de "árbitro". Piqué ilustró su tesis con el ejemplo "exitoso" de la liberalización del sector eléctrico que él mismo ha emprendido al frente de Industria. Asimismo contrapuso la gestión del Gobierno del PP con la del anterior Ejecutivo socialista y dedicó reproches irónicos especialmente a la trayectoria del virtual candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno, Joaquín Almunia. Sobre la gestión de éste al frente del Ministerio de Trabajo a principios de los años ochenta, afirmó: "Se caracterizó por hacer perder 800.000 puestos de trabajo".