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Empleados de Correos de Granada piden a los anunciantes que retiren su apoyo a una revista satírica

La junta de personal de Correos y Telégrafos de Granada, en la que es mayoritario el sindicato CC OO, ha enviado una carta a los anunciantes de la revista satírica El Batracio Amarillo en la que les insta a retirar la publicidad y a no sostener a publicaciones "de pésimo gusto" y ofensivas con los funcionarios. La revista insertó en su último número una historieta que censura el trabajo de los empleados de Correos de Granada, a los que llama "molúscos gasterópodos". Antonio José Martín, director de la publicación, dijo ayer que no es razonable que unos funcionarios "se aprovechen de su cargo para pedir la retirada de la publicidad", el principal sostén de la revista. La carta no ha tenido, por el momento, ningún efecto sobre los anunciantes. "En el interior [de Correos], numerosos empleados trabajan, o eso nos quieren hacer creer. Cada molúsco gasterópodo tiene una función concreta, pero tienen graves problemas de comunicación con los usuarios del servicio". Esta es una de las frases que más ha irritado a los empleados de correos, según declaró ayer Rafael de la Poza, presidente de la junta de personal. De la Poza, por acuerdo de la junta de personal, firmó la carta que fue remitida el pasado 6 de julio a unos 150 o 200 anunciantes de la revista, según cálculos de los responsables de la publicación. En la misiva, el presidente de la junta de personal explica que en la historieta "se humilla al más puro estilo chabacano y barriobajero, no sólo a una institución sino a aquellas personas que día a día hacemos posible con nuestro esfuerzo el que usted pueda recibir en su industria o negocio cualquier tipo de comunicación". En consecuencia, agrega la carta, "apelamos a su buen sentido evitando que en adelante su subvención económica, al anunciarse en tan impresentable publicación, contribuya a que este tipo de revistas de tan pésimo gusto continúen apareciendo en nuestro entorno, algo que entendemos no beneficia en modo alguno a su negocio sino que más bien lo que hace es desprestigiarlo al aparecer en sus páginas". El director de la revista -que es de aparición mensual y se distribuye en Granada y Motril- declaró: "Es razonable que alguien se sienta mal con una información comprometida, pero por una historieta es desproporcionado. No es razonable que unos funcionarios usen su ideología política para dirigirse a los anunciantes, que son una parte importantísima para el sustento de la revista". Antonio José Martín admitió ayer que la carta no ha tenido ningún efecto sobre los anunciantes que ya han aguantado, dijo, "carros y carreteas", en los seis años de vida. "Yo, además del director, soy dibujante y me he inventado una historieta en la que me ridiculizo. El chiste es una reflexión y la reacción del personal de Correos ha sido desproporcionada. Si estaban en desacuerdo, han debido dirigirse a mí, no a los anunciantes", agregó Martín. El director de la publicación amenazó ayer con emprender acciones judiciales contra los empleados. "Una cosa es la libertad de expresión y otra el insulto. Una cosa es decir que no funciona Correos y otra poner a los funcionarios con cara de bobos. La idea de escribir la carta a los anunciantes fue propuesta por uno de los sindicatos y asumida por la junta de personal. Fue una forma de presión. Sin más. Al personal le ha sentado muy mal, no por criticar al servicio sino por las referencias que se hacen a ellos", señala De la Poza.

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