_
_
_
_
CICLISMO Tour

Cipollini hizo mutis

Victoria del estonio Kirsipuu y susto de Escartín en una jornada sin incidencias

Luis Gómez

Cipollini hizo mutis. No se le vio por la zona de operaciones aun cuando una larga y ancha vía invitaba su presencia. No cabe preguntarse por razones técnicas que expliquen su ausencia. Parece ser su costumbre la de hacerse esperar algún día, puede que quisiera antes tomar alguna nota de quiénes son los que pretenden entrar en la disputa de las victorias, puede que simplemente le vinera en gana. Cipollini muestra algunos caprichos propios de los divos: siendo un hombre de probada eficacia, gusta de elegir la fecha de sus apariciones en escena, provocar la expectación a su alrededor, llamar la atención con cualquier detalle, sea en su vestuario, sea cambiando la foto de la chica que porta en su manillar. Su deserción alentó a los demás, pero el botín se lo llevó el estonio Jaan Kirsipuu, que a sus 30 años obtiene su primera victoria en un Tour. En la terminología al uso, la jornada de ayer transcurrió sin incidencias, pero no todos lo entendieron así. Etapa sin incidencias reza el parte de la carrera, aunque maldita la gracia que le hace ese término a Miguel Ángel Peña (Banesto), cojo y dolorido en la meta, producto de una caída. O a Solaun (Banesto), solidario en la desgracia, magullado el hombro. Puede no ser nada o el comienzo para ambos de una tortura con tres semanas por delante. Día sin incidencias reza el parte de la carrera. Que se lo digan a Fernando Escartín que se llevó el susto pertinente a costa de un pinchazo en un momento inoportuno, con el pelotón olfateando la meta. Nervios, vocerío entre el personal verde-kelme, reclutamiento rápido, sí estaban todos, y a esperar al jefe para llevarlo a buen recaudo. La peripecia tuvo un final feliz, pero todos fueron conscientes del riesgo que se corrió.

Más información
Nervios y poco más
Un 'sprinter' estonio en la élite

Día sin incidencias. Así se escribe la historia para el francés Thierry Gouvenou, (Big Mat), desconocido para mucha gente, un modesto gregario de 30 años que tan solo ha ganado una carrera en su ya larga trayectoria profesional. Va para ocho años que firmó su primer contrato, va para muchos más que seguramente soñaría con ganar algún día una etapa del Tour.

Gouvenou saltó del pelotón en el kilómetro 78 con gran entusiasmo y creyó tener la fortuna de contar con la venia general. En su escapada, dispuso de hasta 6.45 minutos de ventaja, por lo que no se le vio muestras de desfallecimiento. Corrió con decisión, echó el resto, sin darse cuenta de que su escapada era una excusa para que las cosas anduvieran tranquilas en el pelotón. Luchó por un sueño durante 114 kilómetros. Quedaban 20 kilómetros para la línea de meta, un suspiro como quien dice, cuando acabó su aventura. Fue el primer escapado de este Tour, fue quizás un juguete en manos de los grandes equipos. Posiblemente no le queden fuerzas para volver a intentarlo. Hoy volverá a ser un gregario anónimo, tendrá que seguir viviendo de esa solitaria victoria que obtuvo hace algunos años en una carrera menor. El parte reza que no hubo incidencias destacables. Su sueño no le interesó a nadie.

Jornada sin incidencias, efectivamente. Olano viajó tranquilo, Zülle evitó los sustos, Armstrong tomó la posición que le corresponde al líder, el US Postal cumplió su parte del contrato no escrito, hubo colaboración de sus rivales y más tarde de los equipos de sprinters. Y victoria de Kirsipuu. No pasó nada, fuera que Escartín se pegó un susto, que Peña y Solaun quizás duerman mal esta noche y que Gouvenou puede esperar que algunas crónicas le citen hoy, a falta de cumplir su viejo sueño- en dos ocasiones antes intentó la escapada: en 1997 en Vire la ciudad en la que nació y en 1998-. Su desgracia ayer no fue total. Otra cosa habría sido de haber ganado Cipollini. Entonces, sólo habría espacio para él.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_