Carod exige a Ribó que respete sus pactos y le tilda de "pontífice laico que quiere adoctrinar"

La tensión entre Esquerra Republicana (ERC) e Iniciativa per Catalunya-Verds (IC-V) subió ayer un grado más después que el líder independentista, Josep-Lluís Carod-Rovira, calificara al presidente IC-V, Rafael Ribó, de "pontífice laico que se dedica a adoctrinar y que se cree investido de la verdad eterna". Carod-Rovira pidió a Ribó que respete los pactos municipales de su formación, que se ha negado a apoyar sistemáticamente la lista de izquierda más votada. ERC mantendrá su estrategia de equidistancia, aunque pactará mayoritariamente con la izquierda.

Las relaciones entre ERC e IC-V pasan por un momento pésimo. Los ecosocialistas consideran que la equidistancia de ERC supone un freno a las expectativas de la izquierda en las próximas autonómicas y Ribó afirmó el martes que esta estrategia supone facilitar el acceso a diversas alcaldías catalanas "al caciquismo y al conservadurismo". ERC, por su parte, sostiene que Iniciativa se ha convertido en una "muleta" del PSC y le reprocha que impugnara ante los tribunales la coalición que los republicanos hicieron con Els Verds para las europeas. Ayer, Carod-Rovira se entrevistó con el líder de Unió Democràtica (UDC), Josep Antoni Duran, y ambos se explayaron con críticas hacia Ribó, a quien acusaron de "falta de respeto". El líder independentista pidió al presidente de IC que actúe "con un poco más de alegría y menor acritud política". "Ya empezamos a estar un poco hartos de pontífices laicos que adoctrinan como si todavía no se hubieran dado cuenta de que el PSUC ya no tiene la hegemonía en la izquierda", afirmó. A pesar de la tirantez de las relaciones, ERC se sumará en un buen número de municipios a las mayorías de progreso que impulsan el PSC e IC-V. En medios republicanos se daba ayer prácticamente por seguro el apoyo de ERC a la izquierda en algunas plazas emblemáticas que siguen abiertas, como Igualada (Anoia) y Granollers (Vallès Oriental). Las mismas fuentes señalaron que existen también posibilidades de acuerdo en Montblanc (Conca de Barberà) y Valls (Alt Camp), si bien en ambas localidades ERC exige la alcaldía durante la mitad del mandato. Ayer mismo los republicanos firmaron un pacto de gobernabilidad con el PSC en Sabadell y llegaron a un acuerdo con el PSC e IC-V en Arenys de Mar (Maresme) para dejar a CiU en la oposición. Como contrapartida -en aplicación de la otra cara de la equidistancia-, ERC renunciará probablemente a pactar con el PSC en Sant Sadurní d"Anoia (Alt Penedès) y dará la alcaldía a CiU. Asimismo los independentistas confían en arrebatar la alcaldía de Banyoles (Pla de l"Estany) al socialista Joan Solana gracias al pacto que están ultimando con CiU, que en esta localidad está integrada exclusivamente por militantes de UDC. Por otra parte, el Partido Popular (PP) presiona a CiU para que le permita seguir gobernando en su buque insignia, Sant Andreu de Llavaneres (Maresme), a pesar de que la dirección local de CDC ya tiene un pacto con los independientes. Los conservadores no descartan inhibirse en Sant Cugat (Vallès Occidental) si finalmente se quedan sin la alcaldía de Sant Andreu de Llavaneres. Fuentes del partido indicaron ayer que el PP exige la presidencia del consejo comarcal del Baix Ebre y el del Baix Penedès a cambio de facilitar la continuidad de CiU al frente de los gobiernos municipales de Tortosa y El Vendrell.