Société Générale rechaza la invitación política para unirse a Paribas y BNP

Las tres horas de reunión que los presidentes de la Société Générale, Paribas y BNP mantuvieron el miércoles con el gobernador del Banco de Francia, Jean-Claude Trichet, no han abierto una tregua en la guerra de fusiones en la que se han enzarzado los tres grupos. El consejo de la Société Générale (SG) rechazó ayer nuevamente todo compromiso con la BNP y criticó a las autoridades bancarias por mantener congelada su última oferta de fusión amistosa sobre Paribas. Pese a lo inequívoco de estas reacciones, el Comité de Establecimientos de Créditos (CEEI), que preside el propio Jean-Claude Trichet, está lejos de arrojar la toalla en su intento de que los tres bancos lleguen a un consenso que ponga fin a la escalada de ofertas y contraofertas cruzadas. "Las negociaciones van a continuar, hay un programa de trabajo y yo me rijo por la hipótesis de trabajo de que vamos a encontrar una solución", indicó el gobernador. "Creo que debemos darnos mucha prisa", añadió.

La intervención del CEEI y su oferta de mediación favorecen en principio el objetivo de "fusión a tres" que anima la doble OPA hostil lanzada por la BNP contra Paribas y SG, en un momento en el que estos dos últimos se encontraban inmersos en su proyecto de fusión amistosa.

De ahí el interés de Jean-Claude Trichet en destacar que el CEEI ha descartado el proyecto de la BNP. "Hemos excluido el proyecto presentado por Michel Pébereau, puesto que no es, por definición, un proyecto de consenso. (...) Somos completamente neutros", subrayó, para añadir a continuación: "La solución debe responder a los intereses morales y financieros de cada establecimiento, y a un interés superior, que es el buen funcionamiento del sistema bancario".

El propio Gobierno, a través de su ministro de Economía, Dominique Strauss-Kahn, saltó ayer a la palestra en apoyo de la intervención de las autoridades. Temeroso de que la escalada desestabilice el sistema bancario francés y lleve al desastre, y quizá a manos extranjeras a uno de los tres bancos en litigio, el ministro de Economía propugnó una "solución nacional", a riesgo de convertirse en blanco de las críticas de los sectores liberales.

Tras negar que la intervención de las autoridades pueda acarrear el descrédito a la Bolsa francesa, indicó que "la primera etapa de la reestructuración bancaria debe hacerse en el marco nacional".