El CIC dicta que Ramon Pellicer vulneró el código ético periodístico
Ramon Pellicer, quien dirige y presenta en TV-3 el programa de reportajes Entre línies, ha vulnerado el código deontológico de la profesión periodística por simultanear su trabajo con la participación en un anuncio. Así lo considera el Consejo de la Información de Cataluña (CIC), que en su último informe da cuenta, entre otros, de este incumplimiento. Pellicer protagonizó hace unos meses una campaña publicitaria de una mutua. El CIC afirma que el periodista incumplió el código, que establece en su criterio séptimo que el ejercicio de la actividad periodística es incompatible con la publicidad.
Ésta es la segunda vez que el CIC, presidido por el periodista Llorenç Gomis y formado por 15 notables que velan por la ética periodística, afea el comportamiento a Pellicer. En julio de 1998, el consejo dictaminó que el programa que en aquellas fechas dirigía y presentaba el periodista -también en TV-3-, Domini públic, dedicado al racismo, no respetó el derecho a la intimidad e imagen de algunos invitados ni actuó "con especial responsabilidad y rigor". Entonces, la denuncia al CIC partió de Cáritas Diocesana; el nuevo caso contra Pellicer lo planteó el pasado enero el comité profesional de TV-3. El periodista, en su descargo, argumentó ante el CIC que antes de aceptar participar en la campaña publicitaria había solicitado y obtenido por escrito la pertinente autorización de la dirección de TV-3. Sobre el artículo séptimo del código, que condena simultanear el ejercicio periodístico y la publicidad, Pellicer interpreta que tiene por objeto prevenir la mezcla indiscriminada de intereses publicitarios escondidos con la información estricta, imparcial y objetiva. "La simultaneidad", alegó Pellicer ante el CIC, "sólo puede ser objeto de malas interpretaciones cuando lo que se intenta es disimular el vínculo publicitario, ocultarlo, no hacerlo evidente". Opina el periodista que en su anuncio "no hay duda de una clara diferenciación entre mensaje informativo, fruto de la actividad periodística, y publicitario". También el director de TV-3, Lluís Oliva, en sus alegaciones al CIC, interpreta el código. Su punto de vista sobre él le lleva a considerar "precipitada" la denuncia del comité profesional de TV-3, basada, a su juicio, en una lectura errónea de la norma. "Es totalmente absurdo", dijo Oliva al consejo, "pretender que la aparición ocasional en un anuncio pueda ser considerada como una actividad profesional incompatible con la alternancia de la actividad periodística". El CIC sí ha juzgado pertinente la reclamación de los periodistas de la cadena autonómica. Para el consejo, es irrelevante, tanto que la actividad publicitaria se haya realizado con la autorización del director de TV-3 como que la intervención de Pellicer en el anuncio fuera ocasional. De anuncios y vascos En la misma sesión plenaria que trató el caso Pellicer, el CIC debatió más asuntos. A la actuación de otro famoso periodista, Antoni Bassas, quien dirige y presenta El matí de Catalunya Ràdio, se dirigieron las quejas del psiquiatra Jordi Vila-Abadal. Según él, en una tertulia del espacio de Bassas se condenó un anuncio promovido por el Gobierno vasco, que fue explicado sólo parcialmente. El anuncio arrancaba con la siguiente afirmación: "Soy blanco, vasco y europeo", y se vinculaba esta frase al concepto "suerte". Vila-Abadal aprovechó esta denuncia para reiterar otra, la de que Bassas hace publicidad de unos grandes almacenes en medio de su programa. Sobre el anuncio del Gobierno vasco, Bassas alegó que, como mínimo "hace mal efecto" y recordó que personalidades vascas, como el diputado Iñaki Anasagasti, del Partido Nacionalista Vasco (PNV), y el escritor Bernardo Atxaga, también cuestionaron en su día la campaña. Respecto a la acusación de simultanear publicidad e información, el periodista argumentó que no interviene en el anuncio de los grandes almacenes ni dialoga con la locutora: "Si decir "escuchamos tus consejos" es mezclar géneros, no hay ningún periodista radiofónico del país que supere la prueba del algodón". El consejo aceptó las alegaciones del periodista y acordó desestimar las demandas de Vila-Abadal. El CIC, en el caso de la demanda de una periodista de Clot TV que se quejó de que el servicio de prensa del Departamento de Política Territorial y Obras Públicas no había atendido su petición de información, amonesta al citado gabinete y le recuerda "el derecho fundamental a la información (...) en los asuntos relacionados con las administraciones públicas".
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