_
_
_
_

Fiat llega a su centenario con malos resultados y sin descartar alianzas

Fernando Gualdoni

El grupo Fiat cumple 100 años el próximo domingo, pero la efeméride llega en un momento de dificultades. En el primer trimestre del año, los beneficios del grupo -cuya facturación representa el 4,4% del producto interior bruto (PIB) de Italia- han caído un 98%. El presidente de la compañía, Paolo Fresco, lanzó ayer, ante la junta general de accionistas, un mensaje de esperanza y de regreso a los buenos resultados con vistas al futuro. El objetivo para el ejercicio es crecer al menos un 6%. Fresco no descartó las alianzas.

"El grupo está afrontando un periodo particularmente difícil... en un panorama de la industria mundial caracterizado por los grandes cambios y el incremento de la competitividad. (...) Este periodo coincide con un importante hecho historico: el centenario de la Fabbrica Italiana Automobili de Torino, conocida en todo el mundo como Fiat", dijo ayer el presidente de la compañía, Paolo Fresco, para concluir su discurso ante la junta de accionistas de Fiat (la primera de Fresco) celebrada en Turín. Fresco estableció las directrices mediante las cuales Fiat intentará dar la vuelta a la mala situación del grupo. La empresa aumentó su facturación un 2,2% en 1998 con respecto al año anterior, pero redujo sus beneficios consolidados de 2,417 billones de liras (1.248 millones de euros, 2,076 billones de pesetas) en 1997 a 1,203 billones de liras (621 millones de euros, 1,03 billones de pesetas) en 1998. Ya en 1999, en el primer trimestre, los beneficios operativos de Fiat cayeron un 98%, a seis millones de euros (998 millones de pesetas) frente a los 259 millones de euros (43.093 millones de pesetas) del mismo periodo del año anterior. Las ventas cayeron un 4% en los primeros tres meses, a 11.000 millones de euros (1,83 billones de pesetas).

La meta que Fresco quiere conseguir este año es crecer un 6% sobre la facturación de 1998, que alcanzó los 88,6 billones de liras (45.758 millones de euros, 7,6 billones de pesetas), aunque esta previsión excluye las ventas del fabricante de maquinaria agrícola Case, de EEUU, la última empresa adquirida por el grupo italiano, a través de su filial de tractores New Holland, por 4.300 millones de dólares (688.000 millones de pesetas). Fiat es una empresa curiosa: parece crecer ante la adversidad, porque en el último año, además de la compra de Case, ha realizado fuertes inversiones en China y ha aliado Iveco con Renault Vehículos Industriales, cuyos primeros resultados se verán este año, entre las principales operaciones. Por el contrario, se ha desprendido de activos poco importantes durante 1998 y planea mantener esa política durante este ejercicio.

Preguntas y objetivos

La gran pregunta tras la mención del objetivo de crecimiento por Fresco fue: ¿Fiat lo hará sola o seguirá a sus competidores y buscará una alianza? Fresco dijo al respecto: "Intentamos conseguir la excelencia y el liderazgo competitivo con nuestros recursos, nuestra estrategia y nuestra gente. (...) Ésta es la condición fundamental para mantener el control de nuestro destino". No obstante, el presidente no descartó la posibilidad de alianzas y adquisiciones, porque, según dijo, "éste puede ser un instrumento válido para acelerar el camino hacia nuestra meta derivada del proceso de reorganización y consolidación de la industria mundial".

Una gran parte de los accionistas se mostró a favor de las alianzas. El grupo también prevé recortar en torno a dos billones de liras (1.000 millones de euros, 166.000 millones de pesetas) en costes entre este año y el 2000, a razón de un 50% por año.

El hecho de que Fresco no descarte una alianza coincide con el anuncio de que a partir del 30 de junio entrará en vigor el nuevo acuerdo consultivo anunciado el martes entre el Istituto Finanziario y el Istituto Finanziario e Industriale, los brazos de inversiones de la familia Agnelli conocidos como la Cassa Forti (la caja fuerte), y sus socios más importantes en Fiat, el Deutsche Bank y Assicurazioni Generali.

El nuevo acuerdo reemplaza a uno anterior que incluía a Mediobanca. El viejo acuerdo se constituía con el IFI y el IFIL (21,77%), Mediobanca (3,16%), Assicurazione (2,40%) y Deutsche Bank (2,36%), en total, el 29,69%, y requería la unanimidad de los socios para decidir estrategias.

En el nuevo acuerdo, el IFI y el IFIL tendrán el 30%; Assicurazioni, el 2,4%, y el Deutsche, el 2,18%. En total, el 34,58%, sin especificar la necesidad de la unanimidad de decisión.

Este nuevo acuerdo devuelve a los Agnelli el control de Fiat, cuyas decisiones de estrategia quedan en manos de los tres grupos, lo que hará más fácil la toma de decisiones sobre operaciones de magnitud. Además, el nuevo acuerdo le da a Agnelli y a sus dos socios el derecho preferencial a aumentar su participación en el grupo. Asimismo es clave el ingreso en el consejo de Fiat de Jack Welch, presidente de General Electric (empresa de la que viene Fresco); de Franco Bernabé, ex presidente de Telecom Italia, y de dos comodines: Virgilio Marrone, del IFI, y Carl von Boehm-Bezing, del Deutsche Bank.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Fernando Gualdoni
Redactor jefe de Suplementos Especiales, ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS como redactor de Economía, jefe de sección de Internacional y redactor jefe de Negocios. Es abogado por la Universidad de Buenos Aires, analista de Inteligencia por la UC3M/URJ y cursó el Máster de EL PAÍS y el programa de desarrollo directivo de IESE.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_