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FÚTBOL 38ª y última jornada de Liga

Mestalla aclama a Ranieri

El Valencia derrota con contundencia al Mallorca y se clasifica cuarto para la Liga de Campeones

El Valencia cerró una campaña larguísima con una actuación precisa y contundente, muy representantiva de los dos años de trabajo de Claudio Ranieri, que construyó de la nada un grupo sólido y competitivo. Algo muy parecido a lo que ha hecho Cúper en el Mallorca, que ayer, sin embargo, sucumbió a la mayor ambición valencianista y a la abstinencia de algunas de sus estrellas: Dani y Stankovic, por ejemplo. Ranieri arriesgó en su planteamiento -jugó por primera vez con tres delanteros-y acertó: quizá porque sus jugadores estaban más motivados que nunca ante la mirada de su próximo entrenador, Héctor Cúper; quizá porque Camarasa e Ilie, casi inéditos en la Liga, estuvieron muy brillantes en sus respectivos puestos; quizá porque los valencianistas quisieron rendirle tributo a su entrenador, quien les traspasó a lo largo de estos dos años la base de su personalidad: la mentalidad ganadora. Quizá porque estaba escrito que se produjera tal carambola y que el Valencia, con el permiso del Mallorca, adelantara en el último metro al Celta en su carrera por entrar en la Liga de Campeones. Al final, la afición de Mestalla, extasiada por la sorprendente clasificación de su equipo y con la mirada puesta en la final de Copa del sábado en Sevilla, se entregó completamente a Ranieri y lo vitoreó mucho después de que terminara el partido. La hinchada quiso despedirse especialmente del técnico, al que considera un hombre honrado, trabajador y, por supuesto, exitoso. Ranieri y Cúper cruzaron ayer sus destinos y se encontraron con cánticos favorables de la hinchada. El trabajo de ambos quedó expuesto a través de dos equipos muy fuertes, muy preparados tácticamente y con gran capacidad de sacrificio. Ranieri sorprendió a su sucesor con un equipo revolucionario, juntando a un tiempo a Ilie, Vlaovic y Claudio López. El entrenador romano, además, dio a entrada a Camarasa, que apenas había jugado un partido en toda la Liga y sobre quien pesa la sospecha de que quedó cojo tras una lesión en el talón de Aquiles. El capitán valencianista, sin embargo, desmintió esta acusación y jugó como si lo hubiera hecho el resto de la campaña: con templanza y seguridad.

VALENCIA 3

MALLORCA 0Valencia: Cañizares; Angloma, Djukic, Camarasa, Carboni; Mendieta, Milla (Schwarz, minuto 75), Farinós; Claudio Piojo López (Serban, m.70), Ilie y Vlaovic (Angulo, m. 62). Mallorca: Roa; Olaizola, Siviero, Marcelino, M. Soler; Soler, Engonga, Stankovic (Paunovic, m. 59); Ibagaza; Dani y Carlos (Chupa López, m. 64). Goles: 1-0. M. 12. Adrian Ilie toca a la red después de que Angloma cabeceara a gol tras darse un encontronazo tremendo con Marcelino y Roa, que midió mal la salida. 2-0. M. 52. Mendieta cabecea al segundo palo un centro desde la izquierda de Claudio Piojo López tras un contragolpe iniciado pro Vlaovic.. 3-0. M. 66. Ilie remata desde cerca tras un pase dede la derecha de Claudio López. Árbitro: Esquinas Torres. Amonestó a Milla y a Farinós. Unos 45.000 espectadores en el estadio de Mestalla. El Valencia queda clasificado en cuarta posición y el Mallorca en tercera. Ambos jugará la Liga de Campeones.

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Compacto, como de costumbre, apareció el Mallorca, bien dirigido por Engonga, que era el único capaz de desprenderse de la presión valencianista en el centro del campo. Con mucha razón Cúper pidió en su día a la directiva mallorquinista que no le tocaran a Engonga: es el alma del Mallorca. Otras de las joyas mallorquinistas, en cambio, no estuvieron para nadie: sobre todo Stankovic, especialmente desafortunado.

Mendieta, por contra, dio un paso más en su extraordinaria progresión: da igual que juegue por la derecha o por la izquierda. Lo hace muy bien. Y ayer, de lateral izquierdo, volcó hacia ese lado la mayor parte del fútbol del Valencia, siendo éste quizá un inconveniente, pues Angloma, por la derecha, está en un gran estado de forma.

El partido fue equilibrándose con el transcurrir del tiempo. El Mallorca se suele tomar con calma los encuentros y, apurándose la primera mitad, dibujó dos ataques muy serios: Ibagaza lanzó un disparo tremendo que elevó con los dedos Cañizares; y Carlos, a un metro del marco y sin la oposición de Cañizares, envió alto.

Tras la reanudación, el partido lo finiquitó Mendieta con una acción de madurez. Acompañanó un contraataque de su equipo; se puso a bailar en el área mientras le indicaba a el Piojo, que tenía el balón en el extremo izquierdo, dónde quería la pelota. Y, entonces, dibujó un desmarque de fuera hacia adentro que dejó patidifusa a toda la defensa mallorquinista.

El Mallorca, picado en su orgullo, tuvo una reacción inmediata, pero Dani se topó con la inspiración de Cañizares, muy rápido en la estirada. Había dos porteros de postín y Roa, en el día de su retirada del fútbol profesional, dejó constancia de ello. El Valencia empezó a celebrar su fiesta y llegó en tropel sobre el área de Roa. El Piojo López alimentó su excelente temporada con una batería de jugadas de gol, una de las cuales acabó en el tercer tanto de Ilie, que acabó de achantar al Mallorca. Piojo tenía ganas de marcar, pero Ranieri creyó que era más importante reservarlo para la final de Copa y, por supuesto, permitir que la afición lo despidiera como se merece: puesta en pie. Mestalla estaba ya en Balaídos, y el último cuarto de hora se le hizo eterno.

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