Una japonesa muestra su visión de lo jondo en Casa Patas
Chiemi Hanaburu es, como su propio nombre indica, japonesa. Pero llegó hace alrededor de 10 años a nuestro país, se enamoró del flamenco y aquí sigue, entregada a este arte que le cambió la vida. Estudiándolo y ejerciéndolo, pues Chiemi Hanaburu no desaprovecha ninguna oportunidad de actuar ante el público. Pero como con el baile todavía no puede ganarse por completo la vida, cuando no tiene ninguna actuación trabaja como camarera en un restaurante japonés. Esta noche seguro que no asoma por el mismo, porque actúa en Casa Patas. Con ella, compartiendo honores de protagonista, un joven bailaor, Zenón, quien aunque el nombre suene raro, sí es español. Lo que cada vez va pareciendo más raro, pues la presencia de extranjeros en el flamenco aumenta a compás de bulerías. El grupo acompañante lo forman los cantaores Maite Maya y Javier Manzano, quien además toca la flauta; los guitarristas Carlos Orgaz y Katsuhiko Katagiri (también japonés) y el percusionista Seydú (originario de Sierra Leona).
Chiemi Hanaburu y Zenón, hoy, a las 22.30, en Casa Patas (Cañizares, 10; metro Antón Martín). 2.000 pesetas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.