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El PSPV continuará gobernando Alcoy, Gandia y Paterna si pacta con el resto de fuerzas de izquierda

La sólida mayoría parlamentaria de la que el PP disfrutará en las Cortes Valencianas contrasta poderosamente con la, en principio, difícil gobernabilidad de decenas de ciudades de la Comunidad, en las que la fragmentación del voto y la consiguiente ausencia de fuerzas dominantes abre un arduo proceso de negociación. Los partidos, horas después de las elecciones, ya han puesto en marcha sus maquinarias para lograr, antes del próximo 3 de julio, fecha de constitución de los nuevos ayuntamientos, los clásicos pactos postelectorales. Las alcaldías de Alcoy, Gandia, Alzira o Benicàssim están en el aire.

El color de los gobiernos municipales de varias de las ciudades más grandes de Valencia está en el aire. Gandia. 513 votos separaron al PP de los socialistas encabezados por Josefa Frau en Gandia. El PSPV y el PP aumentan su presencia en el Ayuntamiento con dos nuevos concejales, los mismos que pierden UV y EU, y obtienen 12 y 11 ediles, respectivamente, de los 25 que conforman la corporación. El Bloc-Els Verds repite con dos representantes y se convierte en la pieza clave del futuro gobierno local. El portavoz de la coalición, Emili Selfa, manifestó ayer que abrirá una "ronda de conversaciones y un periodo de reflexión" sobre posibles pactos con las dos fuerzas mayoritarias. Sagunto. El ascenso del PP en un feudo tradicional de la izquierda (de cinco a ocho ediles) y la irrupción de Segregación Porteña en el consistorio -cuatro concejales- complica el panorama de la otrora ciudad de la siderurgia valenciana. El PSPV -siete representantes- sólo podría hacerse con la alcaldía si convenciera a los defensores de la emancipación del Puerto de Sagunto y a UV (tres ediles) o el BNV (otros tres). Alzira. El candidato a la alcaldía de Alzira por el PSPV, Pedro Grande, que obtuvo cinco concejales, al igual que el PP y el PSI-CV de Francisco Blasco, pretende conseguir el apoyo de UV (cuatro ediles), además del del BNV (un concejal) y EU (un edil) para evitar el acceso a la presidencia del consistorio de la popular Elena Bastidas, que fue la más votada. Blasco, que se ha comprometido a apoyar al candidato mejor colocado, prestará sus cinco ediles a Bastidas para gobernar conjuntamente si bien les faltará un edil para alcanzar la mayoría absoluta. El ex alcalde de Alzira sufrió el domingo la primera derrota en unas elecciones municipales desde que en 1979 logró la alcaldía de la capital de La Ribera Alta al frente del PSPV por mayoría absoluta. Sueca. La capital de la Ribera Baixa no abandona la tradición. Cinco fuerzas políticas compartirán asientos en el Ayuntamiento, por lo que el PP y el PSPV -ambos con siete ediles- tratarán de hacerse con el voto de los representantes de UV y EU -uno cada uno- y los cuatro concejales independientes para conseguir la vara de mando. Godella. El PP ha vuelto a ser la lista más votada de Godella (L"Horta Nord) con los mismos resultados de 1995 (ocho ediles). Pero el hundimiento electoral de UV, que ha desaparecido del mapa político municipal al perder su único edil, deja a los populares en minoría ante una hipotética alianza a tres bandas de la izquierda, con el PSPV, EU y BNV. Paterna y Mislata. En Paterna y Mislata, el segundo y el tercer municipio metropolitano más populoso, respectivamente, se ha producido la misma situación: empate a nueve ediles entre el PP y el PSPV, aunque los socialistas son la lista más votada. Para asegurarse la continuidad en el cargo, los alcaldes del PSPV Francisco Borruey (Paterna) y José Morales (Mislata) precisan pactar con EU. Ambos partidos reconocían ayer que las negociaciones serán complicadas porque las relaciones están bastante deterioradas. Alrededor de una docena de Ayuntamientos de la provincia de Alicante tendrán que esperar a los pactos poselectorales para conocer el color de los nuevos gobiernos municipales. A tenor de los resultados del pasado domingo, serán las fuerzas de izquierda, especialmente el PSPV, los que mayor número de alcaldías ganen mediante los pactos. Dénia. Por primera vez, el PP se convierte en el partido más votado (6 ediles) mientras el Bloc pierde tres concejales en una ciudad tradicionalmente dominada por esta opción nacionalista. Los populares tendrán que pactar con los independientes, con los que sintonizan ideológicamente, para asegurarse la alcaldía. Elche. En la capital del Baix Vinalopó, la mayoría absoluta del socialista Diego Macià al frente del Ayuntamiento y la pérdida de dos concejales en EU puede provocar, pese a todo, que la coalición de izquierdas entre a formar parte del gobierno municipal. Macià ofreció ayer a la coalición de izquierdas la posibilidad de entrar a formar parte del equipo de gobierno. La única concejal de EU, Ángeles Candela, aseguró que el partido se reunirá esta semana para tomar una decisión al respecto. Alcoy. El hecho de que en Alcoy el PP haya sido la formación más votada (12 concejales) no garantiza a su candidato, Miguel Peralta, la alcaldía. El aún alcalde y candidato socialista, Josep Sanus, está convencido de que conseguirá el apoyo de EU y Nova Esquerra para mantener el bastón de mando. Sanus ya emplazó ayer a las otras dos fuerzas de izquierda a "concertar un programa de gobierno para los próximos cuatro años". Peralta tampoco descarta, tras recordar que superó en 10 puntos al PSPV, iniciar conversaciones con EU y NE. Elda. El socialista Juan Pascual Azorín reproducirá el gesto de Macià en Elche y pese a la mayoría absoluta que ha obtenido (13 de 25 ediles, frente a los nueve que consiguió en los comicios de 1995) ofrecerá alguna concejalía al único representante de EU, formación que se ha desplomado al perder tres de sus cuatro ediles en el consistorio. Petrer. Esta localidad del Vinalopó Mitjà sufre o disfruta de una de las situaciones políticas más curiosas: Se ha producido un triple empate a siete ediles entre EU, PSPV y PP. Si se reedita el pacto del anterior mandato, EU, lejos de conformar la, en principio, natural mayoría de izquierdas, seguirá gobernando con el apoyo del PP. Xàbia. La lógica política indica que la opción de gobierno natural para esta localidad de la Marina Alta sería un gobierno de centro-derecha encabezado por el partido más votado, Unión Valenciana, que ha obtenido siete concejales por sólo cinco del PP. La unión del resto de fuerzas políticas (PSOE, BNV e independientes) sumaría nueve ediles, muy lejos de la mayoría necesaria. L" Alfàs del Pi. La situación más compleja en la Marina Baixa se da en este Ayuntamiento. Aquí, el ex socialista Antonio Fuster podría mantener la alcaldía con sus seis ediles si ratifica el pacto con el PP, que le aseguró el cargo en la recta final del último mandato cuando fue expulsado del PSPV. Los socialistas han sufrido la fuga de su ex líder, han perdido tres concejales para quedarse con seis. Idéntico retroceso ha padecido el PP, que se ha quedado con cinco de los ocho ediles que tenía. La gobernabilidad de la mayoría de municipios de Castellón no parece tan complicada como en algunos lugares de Valencia o Alicante. Almassora. Después de 25 años al frente de la localidad, el ahora popular Vicente Vilar dejó ayer de ostentar la mayoría en la corporación municipal. Su fracaso se ha cifrado en la pérdida de dos concejales y cerca de 2.000 votos. Por contra, el vencedor ha sido el PSPV, que ha obtenido dos ediles más que en las anteriores elecciones municipales, con lo que sus siete concejales se equiparan a los siete del PP. Por su parte, tanto Unión Valenciana como el Bloc Nacionalista mantienen su representación con uno y dos ediles, respectivamente. La llave de la gobernabilidad queda en manos de los nacionalistas. Peñíscola. Algo más complicado lo tienen el PSPV y Agustín Albiol en Peñíscola, donde la corporación municipal ha quedado dividida en cuatro concejales para los socialistas, tres para el PP, otros tres para Independents de Peñíscola y otro para Unión Valenciana. El voto de los indenpendientes será decisivo para conceder la vara de mando. Burriana. En Burriana el PP continuará gobernando si reproduce el pacto ensayado durante la legislatura anterior con los nacionalistas del BNV. Ahora bien, el partido encabezado por Pere Mayor ha pagado este pacto con la pérdida de dos de sus cuatro concejales. A estos dos ediles clave se une otro, el logrado por Unión Valenciana. Con el apoyo de éste, los diez ediles del PP tendrían asegurado el gobierno. En estas elecciones, además, el PSPV ha aumentado en uno, hasta ocho, el número de sus representantes, con lo que la diferencia con el PP se ha fijado en dos, ya que los populares poseían y poseen diez. Así, el PP precisa del apoyo de uno de los dos grupos minoritarios. Benicàssim. Las cifras también favorecen al PP. Cabe destacar que en este municipio, por el aumento del censo electoral, se ha pasado a elegir 17 concejales, mientras que hasta ahora eran 13. Con este aumento y el incremento de votos, el PP ha sumado dos a los cinco ediles con los que contó en la pasada legislatura. El PSPV ha ganado uno, con lo que ha logrado tres, el Bloc ha obtenido un segundo representante, mientras que un grupo independiente, Independientes por el Progreso de Benicàssim, se mantiene con un edil. Sin embargo, la llave está en la Asociación de Residentes y Veraneantes de Benicàssim, que ha duplicado los resultados obtenidos en los anteriores comicios.

Esta información ha sido elaborada por Eva Batalla, Xavier Espanya, Felip Pinazo, Joaquín Pérez, Lucía Gadea, Amparo Ferrer, Pilar Girona y María Fabra.

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