Un error de dos hanegadas

Un error que le puede venir muy bien. El Villarreal ha dado comienzo, por donde no tocaba, a la ampliación de su ciudad deportiva (campos de entrenamiento) ubicada en la partida del Poble Sec en el término municipal de Vila-real. Unas dos hanegadas de naranjos, pertenecientes a dos propietarios distintos, han sido arrancados por equivocación, dando la casualidad de que los dueños de los terrenos se negaban a vender, al no estar de acuerdo con el precio que el Villarreal pretendía pagar por ellos. Consumado el desperfecto, las partes implicadas, propietarios y la entidad amarilla, no les queda más remedio que pactar una compensación económica, que se presume alta, por medio de compra o indemnización, opción esta última que el consejero delegado del Villarreal, José Manuel Llaneza, no quiere ni oír nombrar. "Vamos a ver si compramos los terrenos y concluimos el tema", dijo Llaneza. La creación de la ciudad deportiva ha sido uno de los proyectos llevados a cabo por Fernando Roig desde su llegada hace dos temporadas a la presidencia del Villarreal. En la actualidad, esta ciudad deportiva sólo posee un campo de entrenamiento y un vestuario que utiliza habitualmente la primera plantilla del club castellonense para sus sesiones preparatorias. El Villarreal pretende construir seis terrenos de juego más para que puedan ser utilizados por los demás equipos que conforman el fútbol base, así como trasladar las oficinas del club, actualmente ubicadas en el estadio Madrigal. La entidad amarilla está teniendo más problemas de los previstos para adquirir los terrenos cercanos al Instituto de Formación Profesional Miralcamp, debido a la negativa de algunos propietarios a vender sus parcelas al precio marcado por el consejo de administración del Villarreal.