Todo por mi pueblo
"Llevo 26 años en política y me he dado cuenta de que es una guarrada, pero mi pueblo se lo merece todo". José Ortega Pérez es alcalde de la localidad malagueña de Alhaurín el Grande desde hace 12 años. En 1995, el PIE, la formación independiente con la que optaba a la alcaldía por tercera vez, sacó nueve de los 17 concejales de su municipio. Ahora ha fichado por el PP, y el 13 de junio está convencido de que volverá a ganar la alcaldía. Pero que nadie se engañe: lo que ha llevado a Ortega a compartir los carteles electorales con la gaviota no es una conversión repentina, sino la convicción de que los municipios gobernados por independientes son discriminados por las administraciones a la hora de repartir fondos. "Yo antes me ponía la corbata, me iba a la Diputación y me venía sin nada. Ahora llevo siete meses en el PP y he conseguido 400 millones para mi pueblo. Estoy encantado", dice. La historia de Ortega guarda similitudes con la de los 60 ediles independientes que actualmente desempeñan funciones de gobierno en municipios malagueños: considera la ideología como algo "secundario, al menos para votar en unas municipales", no tiene más ambición que la de seguir en el ayuntamiento y pacta con quien sea necesario con tal de obtener beneficios para su pueblo. Pero no todos deciden tirar la toalla y asumir las siglas de los grandes partidos. A algunos les parece que el hecho de no pertenecer a ellos es precisamente lo que les da libertad para luchar por su causa. Es el caso de Manuel Rincón, otro independiente histórico en Málaga. Rincón lidera desde hace 13 años el GIMTM, el Grupo Independiente pro Municipio de Torre del Mar, y en 1995 obtuvo 5 concejales de los 25 que forman el pleno de Vélez Málaga. No es sólo uno de los políticos más veteranos del municipio, sino también uno de los más controvertidos. Sus broncas con otros ediles han acabado no pocas veces en los juzgados, pero no han logrado menoscabar en absoluto la confianza de sus votantes. "Yo entré en política para pedir que Torre del Mar se constituyese en municipio independiente de Vélez Málaga. En estos 12 años he recibido ofertas de todas las formaciones políticas para muchos cargos, pero mi motivación única es luchar por la independencia", explica. Rincón no ha sido alcalde nunca, pero sí ha ido ampliando su bolsa de votos cada vez que se ha presentado. Otros independientes, en cambio, no han soltado la alcaldía en años. Es el caso de la alcaldesa de Istán, Inés Ayllón, casi una madre para quienes le volvieron a dar cuatro de los nueve concejales de la corporación en 1995. Ayllón peleó con la dictadura para recuperar el escudo antiguo de su pueblo, firmó uno de los primeros convenios con la Junta para abrir centros de información para mujeres en su pueblo, y no esconde su simpatía por Jesús Gil, el alcalde de Marbella. Otro independiente conocido es el alcalde de Benalmádena, Enrique Bolín. Bolín ha estado vinculado al pueblo desde siempre, pero su vocación de solitario es tardía. La abrazó después de ser expulsado del PP, pero no se puede quejar de la respuesta de su pueblo. Actualmente gobierna con mayoría, y las encuestas le auguran la victoria frente al candidato del GIL, Eduardo de las Heras. El Grupo Independiente Liberal de Jesús Gil y Gil, es actualmente la formación independiente con más presencia en la provincia. Pero hay una característica fundamental que les diferencia del resto: casi ninguno de los candidatos del GIL es natural del pueblo por el que se presenta. Sólo Yolanda Marín, aspirante a la alcaldía de Benahavís, y Pedro Tirado, que lucha por la de Manilva, son autóctonos. Y Tirado lo tiene claro: "Busqué a Gil porque mi pueblo andaba mal", dice. Una vez más, todo por su pueblo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.