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Villoria y la idea de una aficionada

La idea de construir un Palacio de Hielo no surgió de ningún despacho de Gerencia de Urbanismo ni de ningún programa electoral, sino del cerebro de una aficionada al patinaje. La funcionaria del Ministerio de Hacienda María Luisa Sánchez se alió en 1994 con dos poderosas empresas constructoras para levantar esta instalación en un solar, hasta entonces propiedad municipal, situado en Hortaleza. El concejal de Obras, Enrique Villoria, que dimitió hace meses tras destaparse sus negocios privados, tomó el proyecto como suyo y lo avaló.Posteriormente, las empresas constructoras abandonaron a la aficionada, y de acuerdo con el Ayuntamiento la descabalgaron del plan. La razón: "No se fiaban de la solvencia de Sánchez", según Villoria.

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Concibieron un nuevo proyecto que, sin embargo, no arrancó jamás.

Equidosa (así se llamaba el equipo de empresas constructoras) no veía mucho futuro en el negocio.

La infraestructura iba a contar, además de con una pista de hielo, con comercios piscinas y gimnasios. Pero Equidosa desconfiaba de la viabilidad económica del proyecto debido a que, ya por entonces, El Corte Inglés tenía previsto levantar un supermercado Hipercor en el distrito de Hortaleza que, teóricamente, minaría el flujo de clientes.

En septiembre de 1997, Villoria lanzó un ultimátum a Equidosa: o levantaba el Palacio de Hielo o le rescindía el contrato. En enero de 1999, la empresa Dreams Cinema compra el 70% de las acciones de Equidosa y presenta un nuevo proyecto que el Ayuntamiento acepta en febrero.

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