El Gobierno invertirá 25.000 millones para blindar el Estrecho contra la inmigración

El Gobierno proyecta invertir en los próximos cinco años entre 20.000 y 25.000 millones de pesetas para blindar la frontera sur, especialmente la zona del Estrecho, contra la inmigración irregular a través de pateras. El plan, que ejecutará la Guardia Civil, consiste en montar un Sistema Integral de Vigilancia Exterior mediante un sistema de radares de larga distancia, cámaras térmicas, visores nocturnos, rayos infrarrojos, helicópteros, patrulleras y otros medios que serán dirigidos desde un centro coordinador en Algeciras. Este año se prevé una inversión de entre 1.800 y 2.000 millones para abrir el centro piloto e instalar radares en la zona más caliente del Estrecho, según Santiago López Valdivielso, director general de la Guardia Civil.

La presión migratoria procedente de África no sólo no decrece, sino que irá en aumento durante los próximos años. La barrera marina de 12 kilómetros que separa la Península de África no es suficiente para frenar a las pateras (las frágiles embarcaciones utilizadas por los traficantes de hombres). Entre otras circunstancias, porque los actuales radares del Ejército resultan ineficaces: confunden las pateras con el frecuente oleaje del Estrecho y es imposible distinguir cuándo se trata de una embarcación con 30 o 40 inmigrantes clandestinos y cuándo se trata de un golpe de mar.La Guardia Civil lleva varios meses probando diversos tipos de radares a fin de dar con un modelo que sea eficaz contra las pateras y otras embarcaciones usadas por narcotraficantes y contrabandistas. Las pruebas han permitido comprobar que ya hay en el mercado algún sistema capaz de satisfacer estas necesidades. El Gobierno convocará en breve el concurso para elegir el radar que mejor se adapte a los requisitos establecidos en el pliego de condiciones.

"El objetivo es montar a ambos lados del Estrecho un sistema de radares que envíe la información a un centro integrado, donde se procesarán automáticamente los datos y se activarán unas cámaras térmicas", explica López Valdivielso. Estas cámaras, que detectan el calor que emite el cuerpo humano, permitirá saber cuántas personas viajan en la patera.

Otra dificultad para conseguir el Sistema Integral de Vigilancia Exterior es que el radar pueda determinar la deriva y el rumbo de la embarcación. Obtener un sistema que responda a estas exigencias es fundamental para evitar falsas alarmas y el consiguiente despliegue inútil de helicópteros, patrulleras y agentes.

El instituto armado aprovechará parte de la infraestructura con que actualmente cuenta Defensa en la zona del Estrecho. "Junto al radar del Ejército podremos poner el nuestro, lo que nos evitará tener que hacer nuevas instalaciones y, además, así no tendremos que dedicar efectivos nuestros a su protección y custodia", explica el máximo responsable de la Guardia Civil.

Partida extraordinaria

El plan se desarrollará a lo largo de un periodo de entre tres y cinco años y supondrá para el Estado un desembolso estimado entre 20.000 y 25.000 millones de pesetas. Este dinero no está contemplado en los presupuestos de la Guardia Civil, sino que deberá ser sacado de alguna partida extraordinaria dispuesta por el Gobierno. El asunto, pues, está pendiente del preceptivo visto bueno del presidente del Gobierno, José María Aznar.

El Ejecutivo no oculta su pretensión de que la Unión Europea también aporte fondos para subvencionar el proyecto, teniendo en cuenta que el problema de la inmigración ilegal no afecta sólo a España, sino a otros países, dada la eliminación de fronteras que conlleva el Tratado de Schengen.

"No se trata sólo de un plan contra la inmigración irregular, sino que servirá también para luchar contra las redes de contrabando y el narcotráfico", puntualiza López Valdivielso. "Hay que tener en cuenta que la Guardia Civil intercepta aproximadamente un tercio del total del hachís que se decomisa cada año en Europa. Y eso son muchas toneladas...", añade sin ocultar su orgullo.

Pese a ser uno de los principales responsables de la lucha contra la inmigración irregular - "he dictado una instrucción ordenando que se use este término y no el de inmigrantes ilegales", dice-, López Valdivielso considera conveniente revisar la actual legislación de Extranjería para hacerla menos restrictiva. "Eso sí", agrega, "hay que acoger a los que la sociedad española pueda integrar".

"La presión migratoria procedente de África será muy fuerte en los próximos años", pronostica Santiago López Valdivielso, que, sin embargo, cree que "no hay grandes redes ni grandes mafias" dedicadas al tráfico de seres humanos. "Hay redes, pero son redes pequeñas", agrega.

El Cuerpo Nacional de Policía coincide en que hay una "tendencia alcista" en el fenómeno de la inmigración clandestina. "No va a ir precisamente decreciendo ni estabilizándose, sino que ira aumentando ligeramente", recalca Manuel Prieto Montero, comisario general de Documentación y Extranjería.

El maximo responsable del instituto armado sostiene que las pateras constituyen uno de los principales sistemas para la introducción de inmigrantes irregulares en España, aunque también hay africanos que entran ocultos en pesqueros o en camiones. "Contamos con una buena colaboración de la Gendarmería Real marroquí, fundamentalmente para el descubrimiento de los talleres clandestinos donde se fabrican las pateras", dice.

El director general de la Guardia Civil asegura que desde que hace tres años se hizo cargo de esta institución, tras la victoria electoral del PP, "se han multiplicado por tres las inversiones" respecto a la etapa anterior. El año pasado, por ejemplo, fueron adquiridas ocho nuevas embarcaciones para el servicio marítimo, que ha sido reorganizado para hacerlo más eficaz y cubrir un área mayor. Lo mismo, dice López Valdivielso, que ha ocurrido con el parque automovilístico, con la adquisición de 4.000 nuevos coches durante el último trienio.