El Milan conquista su 16º "scudetto"
Lazio, Fiorentina y Parma acompañarán al club de Berlusconi en la Liga de Campeones
Una racha de seis victorias consecutivas ha permitido al Milan conquistar un título con el que no contaba hace tan solo unos meses. Suma así su 16º scudetto, éxito que le permite al club de Berlusconi dar por cerrada una auténtica etapa negra que había durado dos temporadas, en las que el equipo se había alejado incluso de las competiciones europeas. La actual Liga italiana parecía asunto privado del Lazio hace apenas dos meses, que había resuelto a su favor el duelo con la Fiorentina, equipo que fue líder del campeonato durante buena parte de la temporada. Hace unos meses, la diferencia entre el Lazio y el Milan llegó a los siete puntos, todo un mundo para los niveles en los que se mueve el fútbol italiano. Sin embargo, el Milan estaba trabajando bien, el técnico Zaccheroni había conseguido una alineación estable, y los resultados comenzaron a llegar: el Milan sólo ha perdido un partido en toda la segunda fase y cuenta por victorias sus últimos siete partidos, que son los que le han permitido cazar al Lazio, ponerse por delante en la penúltima jornada, y rematar ayer la faena en el desenlace del campeonato: el Milan necesitaba la victoria en Perugia y la consiguió (2-1). Ante este resultado, el Lazio no pudo hacer nada a pesar de derrotar al Parma (2-1).La Liga italiana no llevaba la emoción hasta la última jornada desde 1981. Aquel año el título se lo disputaban el Juventus y el Roma, separados por un punto, la misma situación en la que se encontraban Milan y Lazio. El Milan actuaba en el estadio del Perugia, que se jugaba también el descenso, mientras el Lazio recibía la visita del peligroso Parma, si bien el Parma ya no se jugaba nada puesto que tenía matemáticamente asegurada una plaza en la Liga de Campeones. El Milan necesitaba la victoria para no correr riesgos y la obtuvo con gran claridad: se colocó por delante con un 0-2 cuando se había cumplido la media hora de juego. A pesar de que el Perugia redujo distancias gracias a un penalti, el Milan pudo controlar el partido sin sufrir apuros.
El título premia una temporada extraña del Milan, aparentemente menos ambiciosa de lo acostumbrado. El Milan había contratado a Alberto Zaccheroni, un técnico procedente del modesto Udinese, club al que llevó al tercer puesto en la pasada Liga con una apuesta de fútbol ofensivo. Berlusconi quería estabilidad en el banquillo, después de la experiencia de las dos últimas temporadas, en las que tuvo que prescindir del uruguayo Tabárez, vivir un malogrado revival de Arrigo Sacchi y fracasar abiertamente con otro regreso, el de Capello. El Milan terminó en el puesto 11º en la temporada 96-97 y no mejoró la situación al año siguiente (10º). Estos dos años significaron igualmente un auténtico baile de fichajes sin éxito que luego dejaban en entredicho a la entidad: así sucedió, por ejemplo, con los jugadores holandeses del Ajax, hombres como Reiziger, Kluivert y Davids, que terminaron triunfando nada más abandonar el Milan. Algo parecido pudo haberle sucedido a Weah, quien finalmente optó por quedarse. Así, pues, con Zaccheroni en el puesto de mando y el delantero alemán Bierhoff como único fichaje estrella, el Milan se presentaba con mucha modestia, como un simple candidato a obtener una de las cuatro plazas para la Liga de Campeones.
Trabajo de Zaccheroni
Zaccheroni ha hecho un trabajo a largo plazo, ha confiado en la vieja guardia del Milan (hombres como Maldini, Costacurta, Albertini y Boban), ha sabido juntar a Bierhoff y Weah, ha sido fiel a sus principios (es un técnico al que le gusta jugar con tres defensas, posición que ha mantenido en el Milan a pesar de algunas críticas a principio de temporada) y ha tenido paciencia. El Milan ha hecho una campaña de menos a más, ha logrado consolidar un equipo y ha entrado en racha en la recta final del campeonato, lo que le ha permitido sacar provecho de la debilidad del Lazio, un equipo que comenzó a sufrir cuando se encontró en la posición de favorito para luchar por el título.
La victoria estuvo precedida de la visita inesperada de Silvio Berlusconi a la concentración del equipo, una visita en la que reconoció la aportación de los veteranos. E, inmediatamente, el capitán, Paolo Maldini, aprovechó para hacer pública la emoción que le iba a reportar este título: "Ha sido una pequeña venganza de la vieja guardia, de jugadores a los que nos han acusado de todo. Hemos demostrado que no se necesitaban grandes fichajes, que bastaba con nosotros y una prudente inversión, que el mercado no ofrece fácilmente jugadores que estén dispuestos a darlo todo por el Milan".
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