Colaninno se postula para dirigir la nueva Olivetti-Telecom Italia
Deutsche Telekom sigue considerando posible la fusión con el grupo
El consejero delegado de Olivetti, Roberto Colaninno, se postuló ayer como candidato a ocupar el mismo cargo en la nueva Olivetti-Telecom Italia gracias al éxito de la OPA que ha colocado en sus manos el 51,02% de las acciones del ex monopolio. Colaninno, que tendrá mañana un encuentro con su gran rival en Telecom, Franco Bernabé, para iniciar el traspado de poderes, aseguró que "no ha habido vencedores ni vencidos".
Los brindis con champán con los que los altos directivos de Olivetti celebraron el viernes en la sede de Mediobanca, la entidad que ha dirigido la OPA, el éxito de la operación son ya un mero recuerdo. Sobre la mesa del consejo de administración de la antigua compañía de máquinas de escribir se acumulan ahora ingentes y complicadísimas tareas; la primera de todas, afrontar la enorme deuda contraída.El martes próximo la compañía de Ivrea (Milán) ha anunciado que tomará una decisión sobre las acciones de Telecom que han quedado en el mercado. Olivetti había decidido que caso de obtener más del 67% de las acciones del ex monopolio compraría el total, pero sólo ha alcanzado el 51,02%, un porcentaje más modesto -y más favorable a efectos de la deuda-, que al mismo tiempo deja en sus manos el control de Telecom. De aquí al 30 de junio, la factura en metálico a desembolsar a todos los que han vendido sus acciones alcanza la cifra de unos 20.000 millones de euros (unos 3,32 billones de pesetas), dinero que Olivetti espera obtener gracias a los créditos ya concedidos y a la venta -ya autorizada- de su paquete accionarial en Omnitel a la alemana Mannesmann.
En cuanto a la distribución de cargos en la nueva cúpula de Telecom, el consejero delegado de Olivetti subrayó que habrá que esperar "a la decisión de los accionistas", aunque dejó clara su intención de suceder a Bernabé.
Colaninno consideró "una grave responsabilidad" la que afronta ahora Olivetti, que tomará el control de la sexta compañía de telecomunicaciones del mundo, convirtiéndose en un gigante de 135.000 empleados, con perspectivas de enormes beneficios pero con descomunales deudas. Preguntado sobre los rumores de reducción de empleos previstos en Olivetti-Telecom, Colaninno cortó en seco: "Nos proponemos gestionar costes y desarrollo" con el objetivo "de crear puestos de trabajo para los jóvenes en Italia, como han hecho TIM (filial de telefonía móvil de Telecom Italia) y Omnitel". Olivetti recibió ayer mismo una solicitud urgente del Gobierno italiano para que dé a conocer el plan industrial que tiene previsto poner en marcha en Telecom.
Otra de las tareas urgentes es hacer más estable la propiedad de Olivetti, controlada por el holding luxemburgués Bell, que posee el 13,9% del capital de la compañía, y en el que Colaninno controla un 15% de las acciones. El empresario mantuano dijo ayer que su intención es acortar la cadena de las participaciones.
Por su parte, la cúpula de Telecom Italia se reunirá también el martes, día en que, presumiblemente, presentarán su dimisión todos los miembros del consejo de administración. Queda abierta la incógnita de la fusión anunciada hace un mes con Deutsche Telekom, una iniciativa vista con escaso entusiasmo por Olivetti. Pese a las muchas reticencias expresadas en las últimas semanas, el propio presidente de Deutsche, Ron Sommer, ha declarado su intención de seguir adelante con la operación. Según Sommer, la fusión "ofrece una gran cantidad de ventajas no sólo para las dos sociedades, sino para la economía europea". Sommer dice que las dos compañías analizarán la nueva situación creada tras el éxito de la OPA de Olivetti. Colaninno saludó ayer el cambio de actitud de Deutsche, sin descartar tampoco futuras alianzas.
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