El jurado considera culpable a la mujer que apuñaló en Málaga a su pareja

Culpable. El veredicto del jurado popular cayó ayer como un mazazo sobre Marlyns M. C., la joven que hace dos años apuñaló a su compañero con un cuchillo de 23,5 centímetros de hoja, tras haber sufrido, según la defensa, "una paliza brutal". No obstante, las ocho mujeres y el hombre que componían el tribunal, decidieron aplicarle el atenuante de trastorno mental transitorio y se mostraron favorables a la concesión de un indulto parcial por las especiales circunstancias de la acusada. Ahora, en función del fallo del jurado, el juez tendrá que determinar la cantidad de años que Marlyns deberá pasar en prisión para purgar su culpa por el homicidio que cometió en la madrugada del 28 de mayo de 1997, cuando acabó con la vida de Manuel R. Z., su compañero sentimental durante casi cinco años. Los miembros del tribunal popular escucharon durante tres días los argumentos de cada una de las partes, los informes periciales y el testimonio de numerosos testigos. Ni la acusación, ni el fiscal ni la defensa variaron un ápice sus conclusiones finales del relato hecho el primer día del juicio. La acusación mantuvo que se trató de un homicidio con el agravante de parentesco e insistió en pedir 15 años de prisión y 25 millones de indemnización para los familiares de la víctima. El fiscal también conservó su calificación de homicidio con agravante de parentesco, pero con el atenuante de estado de excitación. La pena que el miércoles reclamó el fiscal en sus conclusiones fue la misma que había solicitado el lunes, cuando comenzó la vista oral: 10 años de cárcel y 25 millones de indemnización. La defensa, que expuso el caso de la joven como el triste final de una historia de malos tratos reiterados, también mantuvo su petición de libre absolución. A lo largo de todo el juicio, la letrada argumentó que su defendida actuó en legítima defensa. Por ello, reclamó además que no se le impusiera indemnización alguna. Los hechos ocurrieron en un chalé de Torremolinos. La pelea empezó con la destrucción recíproca de la ropa, siguió con agresiones físicas en el jardín y terminó con una puñalada mortal.