García Montero enseña a los niños a escribir poesía en su último libro

"Es una magnífica guía de la poesía para los niños, para sus profesores y sus padres". Así definió ayer el escritor y pedagogo Juan Mata el último libro de Luis García Montero, Lecciones de poesía para niños inquietos, un libro en el que se explica a la infancia cómo leer poesía, cómo escribir poesía y cómo construir buenos poemas. La obra, ilustrada con dibujos del pintor Juan Vida, evita " tratar a los niños como tontos y a la poesía como una tontería", según explicó el propio García Montero.

"Lo que he querido, ante todo, es mantener una conversación con los niños y mostrarles que la poesía es una forma de mirar la vida, qué significa el lenguaje como vínculo de una comunidad", alegó el autor de El jardín extranjero. "La poesía es una forma de ser libres". Lejos de cualquier clase de pedantería y huyendo de todos los tópicos sobre la poesía infantil, Luis García Montero escribe a los niños de tú a tú y les va explicando paso a paso qué es una metáfora, qué es una metonimia, qué es la prosopopeya, repitiéndole las palabras para que les pierdan el miedo. "Es la obra de un poeta que se dirige a los niños para hablarles seriamente de la poesía", señaló Juan Mata. El ensayo, publicado por la editorial granadina Comares, incluye numerosos poemas escritor por García Montero para explicar cada ejemplo, y otros de García Lorca. El escritor incluye incluso sus propios poemas infantiles, que no eran sino copia de otros que había leído y que lo ayudaron a formarse como poeta. "En el libro hay una crítica muy seria a la cursilería de los poemas infantiles, al uso del diminutivo, que es lo que hoy se enseña en las escuelas", afirmó Mata. "La educación poética escolar está equivocada, es ñoña, peca de cursi y es pedante, porque cree que poesía es igual que sentimentalismo", añadió. El libro concede una especial atención a los dibujos y el diseño de Juan Vida, uno de los mejores pintores españoles, que se enfrascó con el proyecto desde el primer momento. "Juan Vida ha sido fundamental en este libro, porque ha buscado ilustraciones radicalmente distintas a las de los libros infantiles", dijo García Montero. El propio pintor dijo que le había influido notablemente la frase con la que comienza el libro y que le sirvió para encontrar el tono de los dibujos: "Nosotros no somos tontos". "A los niños tampoco se les puede tratar como tontos en el tratamiento de la imagen", relató Vida. "Yo quería hacer dibujos serios, como de adultos, pero con niños, e insisto: los niños no son nada tontos, solamente son más pequeños", sentenció.