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¿Dónde están las entradas?

El Barça agota las localidades para la final de la Copa de Europa entre quejas de socios y reventas.

Àngels Piñol

"¡Agotadas, no! ¡Apropiadas sí! ¿Queréis que nos creamos que habéis vendido las 8.000 entradas en ocho horas si sólo han pasado por las ventanillas 2.100 socios a retirar uno por uno los tickets?", dijo gritando Lluís Ibáñez, un jubilado con 50 años de socio del Barça y que hace poco recibió la insignia de oro del club. "!La mafia está en las taquillas"!, exclamó un joven. Empujones, gritos, insultos. Eran las 18.00 horas y los guardias de seguridad del Barça acababan de cerrar las verjas de las oficinas y colgar en ellas unos papeles con celo con la leyenda Agotadas las entradas para la final de la Copa de Europa entre el Bayern y el Manchester. No duraron mucho los carteles, arrancados por los socios No lejos de allí, los revendedores daban besos a billetes de 10.000.Colas de más de 20 horas, el caos de siempre. Algo ya conocido. Sin ir más lejos, el pasado 13 de febrero, el Barça dijo que no había papel para el partido del Madrid pero la reventa funcionó sobre ruedas. La historia ayer se repitió: el club dijo al conocer el nombre de los dos finalistas que dispondría de 10.000 entradas; el pasado viernes, el cupo descendió a 8.000 y ayer cayó con estrépito a 2.000. Los socios sólo podían comprar una entrada cada uno si presentaban el DNI, el carné del Barça y firmar una declaración jurada en la que se comprometían a no venderla. Un policía y un empleado del club acordaron repartir a las 10.00 de la mañana, cuando se abrieron las taquillas, 2.000 de esos papelitos para ordenar la cola. Cuando se agotaron, se desencadenó la ira y el mercado negro -se vendían a 4.000 pesetas.

"!No vamos a distribuir más papeles!", empezaron a decir empleados del club ataviados con un peto de color verde. "Pero ¿qué papeles? ¿de qué hablan? !Parecemos inmigrantes!", gritó enfurecido un socio. Eran los que habían llegado por la tarde. Nadie les había informado de que era imprescindible el papelito porque, entre otras cosas, estaba dentro del recinto del club y ellos estaban fuera haciendo cola. La presión arrancó un primer gesto: alguien dio la orden de poner a la venta 100 entradas más. Pero a las 17.38 llegó el final. Una furgoneta de la policía se acercó a las oficinas. Y las taquillas cerraron.

Tras una larga jornada de silencio, el club explicó anoche que es que ahora la UEFA había decidido rebajar el cupo del Barça a 2.000 porque las necesitaba para el Bayern y el Manchester. Un portavoz de la Federación, sin embargo, aseguró que seguía siendo de 10.000. Mientras, un directivo del Barça presumía hace poco de tener 100 entradas. Y un reventa, se vanagloriaba de haber ganado 300.000 pesetas tras haberlas vendido a sus colegas de Manchester. O como el caso de un miembro de los boixos nois que confesó haber pasado siete veces por taquilla: "Soy boixo; soy socio y soy listo. Me voy a Inglaterra a venderlas". Fueron varios los socios que aseguraron haber revendido la entrada: pagaron 10.000 y luego obtuvieron 70.000 pesestas.

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