Deficiencias

Con la celeridad que caracteriza al Gobierno cuando tiene alguna buena noticia, ayer se publicaron las cifras del paro de abril. En ellas aparece Andalucía con una buena calificación, ya que el descenso fue superior a la media y supuso el 20% del de toda España. Salvo sorpresas negativas, es posible que el próximo verano marque un récord de aproximación a la media nacional, ya que en abril el diferencial de desempleo se ha situado por debajo del 3%. No obstante, las cifras siguen presentando unas características de desigual distribución que deben hacer reflexionar sobre cuestiones estructurales pendientes. Por ejemplo: la preocupante falta de mano de obra agraria en Almería, inaceptable en un sector con una bolsa de paro financiada con fondos públicos. La recuperación y capitalización del sector agrario está generando empleo en el subsector hortofrutícola y, o se ponen en marcha planes de movilidad geográfica de los trabajadores o habrá que replantearse el número de peonadas para cobrar el subsidio y la posibilidad de que los trabajos para ayuntamientos computen como tales. De la misma forma, las cifras manifiestan que las provincias con mayor población y mayores ciudades tienen menor dinamismo económico (Cádiz y Sevilla son los casos más preocupantes), de ahí que sea necesario comenzar a plantearse el efecto de la concentración de la población sobre el paro y el diseño de planes de desarrollo local específicos para las grandes ciudades.