Ibarretxe respalda la posibilidad de pactar en Álava con el PP o los socialistas. Socialistas y populares responden al PNV que no espere un pacto tras las elecciones en Álava

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, respaldó ayer la oferta realizada el pasado martes por los candidatos de la coalición PNV-EA a la Diputación de Alava y al Ayuntamiento de Vitoria, Félix Ormazabal y María Jesús Aguirre, respectivamente, a los partidos no nacionalistas para después de las elecciones. Ormazabal y Aguirre se mostraron abiertos a pactar en las instituciones alavesas con las formaciones no nacionalistas (fundamentalmente populares y socialistas), a pesar del acuerdo de Lizarra y de que Euskal Herritarrok termine pactando con el PNV y EA el apoyo parlamentario al Gobierno vasco. Ibarretxe defendió la "legitimidad" de la postura de sus correligionarios porque ese tipo de acuerdos "forman parte del paisaje" que él quiere "divisar para este país en los próximos tiempos". El lehendakari cree que debe admitirse con normalidad la existencia de mayorías "de un tipo o de otro en las diferentes instituciones. No debe haber ningún problema por el que en un momento determinado a una institución le aporte su mayoría unos partidos políticos y a otra institución se lo puedan aportar otros". Ibarretxe asistió primero a la misa de San Prudencio, en la basílica vitoriana de Armentia, y después insistió ante los periodistas en que las ideas defendidas por cauces democráticos "deben ser admitidas por todos". En medio de una lluvia persistente y de una verdadera avalancha de personas, el presidente del Gobierno vasco emplazó a la oposición a "no poner en tela de juicio las mayorías" y reiteró que la asunción de los cauces democráticos debe llevar a aceptar la defensa de cualquier posición ideológica. "Las ideas son legítimas si se defienden a través de métodos democráticos", recalcó.Las reacciones de socialistas y populares vascos no se hicieron esperar, y a primera hora de la mañana de ayer ya mostraban su enfado por una oferta nacionalista que consideran "oportunista", "manipuladora", y que tiene como objetivo "engañar a la gente". Sin embargo no fueron las únicas. Desde los firmantes de la declaración de Lizarra también surgieron críticas al diputado general, y sus socios de Gobierno ratificaron que "rechazan" un pacto tras las elecciones con el Partido Popular o el PSE. Las declaraciones del diputado general, Félix Ormazabal, avaladas ayer por el lehendakari, en favor de un pacto con PP y PSE para las instituciones locales calentaron un poco más el ambiente hasta el punto de que el secretario general de los socialistas vascos, Nicolás Redondo Terreros, llamó "caradura" a Ormazabal. El líder socialista considera que el PNV empieza a hacer "mercadeo electoral con una cara de cemento" ya que, en su opinión, vender ahora un posible pacto con su formación o con el PP es "invendible" tras la alianza que están a punto de sellar con EH para el Gobierno. "Ya no es posible que el PNV pueda pactar con todos. Con nosotros, al menos, no" puntualizó el también socialista Rodolfo Ares. El presidente popular vasco, Carlos Iturgaiz se mostró igual de enfadado: "Creo que las declaraciones de Ormazábal son puramente electoralistas porque su partido no va por esa línea y si apuesta por ello tiene que romper inmediatamente con el PNV, ya que mientras Ormazabal está diciendo eso el señor [Joseba] Egibar sigue de kalejira por toda Euskadi, presentando el Foro de Lizarra junto a Arnaldo Otegi". La idea, avalada cada vez más por las encuestas, de que el PNV puede perder las elecciones en Álava, han generado el vuelco estratégico de Ormazabal, apoyado por el propio lehendakari. El PNV tenía muy claro que un pacto en el Gobierno debería extenderse a diputaciones y ayuntamientos. Sin embargo, las dificultades que puede encontrar para mantener el poder en las instituciones alavesas ha hecho que reconsidere la situación. "Literatura" Las declaraciones de Ormazábal han llenado de sorpresa a los firmantes de Lizarra, incluido su propio partido, que en ningún caso quería abrir este debate ahora. Sus declaraciones han venido, además, a acrecentar las dificultades que presiden las relaciones PNV-EA a la hora de confeccionar la campaña electoral, presencias en cuñas, intervenciones en mítines y en muchos casos hasta declaraciones públicas. El portavoz del PNV, Joseba Egibar, intentó ayer quitar hierro a la situación. Egibar, quien presentó en Eibar la candidatura conjunta nacionalista para las próximas elecciones, aseguró: "Lo que tenga que ser después del 13 de junio lo analizaremos el 14 de junio". En todo caso, el PNV tendrá en cuenta dos claves: "Por un lado que el análisis que hagamos será el conjunto del mapa electoral resultante en los cuatro territorios de Euskadi sur, y ahí se incluirán las capitales". La segunda condición es que la negociación poselectoral estará presidida por "las mismas bases políticas" que sirvieron para elegir al lehendakari y formar el Gobierno vasco. "Con ese esquema va a arrancar el PNV el proceso negociador el 14 de junio, todo lo demás es literatura", insistió. El diputado alavés de Cultura, Mikel Mintegi, de EA, declaró que Ormazábal "habló a titulo personal" y recordó que, en cualquier caso, dado el pacto nacionalista, ninguna de las dos fuerzas podrá "hacer nada sin contar con el otro, por lo tanto es mejor no entrar en polémicas que no tienen ningún sentido". Mintegi aseguró que su partido "rechaza" la posibilidad de pactar con socialistas y populares y que la apuesta "clara de EA" pasa ineludiblemente por Euskal Herritarrok y el PNV.