Un espectacular error de Palop da el triunfo al Alavés en el minuto 90
Si hubiese sabido lo que le deparaba el partido, Palop habría preferido retrasar una semana más su vuelta a la portería del Villarreal. Un tremendo fallo suyo en el último minuto concedió al Alavés un triunfo que invierte el orden en la clasificación entre estos dos clubes. Así, después de 23 jornadas el equipo vitoriano vuelve a ocupar puestos de salvación directa. Para el Villarreal, supone casi una vuelta a los inicios de la Liga. Tiene la permanencia más cara de lo que preveía hace un par de meses.
El choque se movió por los cauces preestablecidos. Por un lado, dominio del Alavés, muy cómodo últimamente en su faceta de equipo manejador del balón. Por otro, el Villarreal atrincherado, dividido en dos bloques: ocho jugadores obligados a jugar por detrás del balón y, por delante, Gaitán, Craioveanu y Moisés a la espera de lo que caiga. Del contraste de estrategias derivó un partido en el que quien menos disponía del balón, el Villarreal, transmitió mejores sensaciones, las del depredador que espera paciente.
ALAVÉS 2
VILLARREAL 1Alavés: Tito; Belsué, Berruet, Karmona, Ibon Begoña; Desio, Pablo; Vitamina Sánchez (Canabal, m. 46), Gerard, Magno (Iván Rocha, m. 79); y Julio Salinas (Sívori, m. 79). Villarreal: Palop; Pascual, Robert, Téllez; Gerardo, Albelda, Tasevski, Arregui; Gaitán (Alfaro, m. 75); Moisés y Craioveanu (García Sanjuán, m. 86). Goles: 1-0. M. 61. Gerard remata con la pierna, libre de marca, un saque de esquina lanzado por Pablo. 1-1. M. 74. Albelda llega de atrás y marca desde el punto de penalti un buen servicio de Pascual. 2-1. M. 90. Palop no ataja un pelotazo de Rocha y Sívori sólo tiene que empujar a puerta vacía. Árbitro: Megía Dávila, del colegio madrileño. Amonestó a Salinas, Gerardo, Gerard, Rocha, Robert y García Sanjuán. Unos 17.500 espectadores en Mendizorroza. Se bailó un aurresku de honor en recuerdo de la muerte del presidente honorífico del Alavés, Juan Arregui.
Sin embargo, el equipo de Irulegui arrastra una herencia peligrosa. Está tan habituado a sufrir que tiene cierto complejo de inferioridad. Según avanzó el partido quiso asegurarse más el empate. El Alavés, con una trayectoria opuesta en las últimas jornadas, se empeñó en sumar ayer su quinto triunfo seguido en Mendizorroza. Tardó mucho en encontrar vías de desagüe, hasta que recurrió a Canabal en la segunda parte. Reapareció en Vitoria después de tres meses de baja y oxigenó al Alavés con sus arrancadas por la derecha.
Canabal no intervino en los goles, pero marcó el ritmo desde que pisó el campo. Y con todo, el Villarreal aguantó. Empató en una acción inofensiva y siguió agazapago esperando el final. Pero de repente intervino Palop con un regalo impropio de su categoría. Era el minuto 90 y el depredador se vio cazado.
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