_
_
_
_
FÚTBOL 31ª jornada de Liga

El Deportivo gana sin esfuerzo

Dos goles en tres minutos bastaron a los coruñeses para resolver ante el Valladolid

Xosé Hermida

Llena de aprensiones antes del partido por las ausencias de Fran y Djalminha, la hinchada de Riazor se encontró con la agradable sorpresa de una goleada ante un rival que presumía de estar en racha. El Deportivo sigue sin deslumbrar a nadie, pero su solvencia tampoco admite dudas: en cuanto le brindan la ocasión de un contragolpe, machaca al adversario, como le ocurrió ayer en el tramo final de la primera parte, cuando tres minutos le bastaron para clausurar la contienda. Tras encajar los goles, el Valladolid, que hasta entonces se había empleado con corrección, se apresuró a sacar la bandera blanca. El Deportivo se fue al descanso con dos goles de botín, un notable premio para una producción futbolística que no estuvo a la altura del resultado y que, además, había caído alarmantemente justo en el momento en que los blanquiazules hallaron el camino de la portería. Los de Irureta sólo apretaron al principio y al final. El resto del tiempo, una larga media hora, se entretuvieron con un juego bastante funcionarial, de escasa vitalidad. Pero tampoco necesitaron más para agarrar el partido.

DEPORTIVO 3

VALLADOLID 0Deportivo: Songo"o; Armando, Naybet, Schurrer, Manuel Pablo; Ziani (Manjarín m. 81), Donato, Mauro Silva, Hadji (Scaloni m. 67); Turu Flores y Bassir (Pauleta m. 62). Valladolid: César; Torres Gómez, Peña, Santamaría, Marcos; Chema (Dutuel m. 46), Lozano, Vizcaíno, Turiel (Emilio m. 69); Víctor y Alberto (Klimowicz m. 59). Goles: 1-0. M. 41. Larga apertura de Donato hacia la derecha para Bassir, quien controla muy bien, se adentra en el área y deja atrás para la llegada de Ziani, cuyo disparo entra por alto tras tropezar en Marcos. 2-0. M. 43. Nueva internada por la derecha de Bassir, quien esta vez deja a Turu Flores para que marque a placer. 3-0. M. 80. Ziani resuelve una larga jugada de Pauleta dentro del área. Árbitro: Daudén Ibáñez. Amonestó a Peña, Armando y Marcos. 20.000 espectadores en Riazor.

El duelo arrancó supersónico, como no podía ser de otro modo estando por allí Bassir. El marroquí es un bólido, alocado muchas veces, sorprendente - en el mejor y en el peor sentido de la palabra - casi siempre. Su salida ayer, tras una prolongado suplencia, fue como un huracán del desierto.

Entre su regate corto y su esprint incendió el área del Valladolid desde el primer minuto. Pero el Deportivo no sacó provecho de su temprana acometida, la tormenta Bassir se remansó y con él, el resto del equipo.

El Valladolid, que había resistido con aplomo los latigazos iniciales del Deportivo , tuvo paciencia y compostura para enfriar el partido según su conveniencia. El fútbol se atascó por el centro del campo, a lo que contribuyeron los sistemas tácticos, ambos idénticos: una línea de cuatro de jugadores con doble privote en el medio.

El Deportivo no fue capaz de crear más peligro que en un remate de Schurrer a la salida de un córner que Chema salvó bajo los palos. El Valladolid se conformaba con tejer su tela en el centro del campo y esperar que le cayese algún premio gracias a la calidad y los esfuerzos de Víctor, quien siempre ofreció una sensación de peligro que no pasó a mayores por falta de acompañamiento.

Y entonces, cuando el Deportivo parecía más amodorrado y el Valladolid esbozaba los primeros rasgos de atrevimiento, surgieron los goles como dos fogonazos inesperados. Ambos nacieron de contragolpes y en ambos tuvo un destacado protagonismo Bassir, sobre todo en el primero, en el que controló magistralmente un largo servicio de Donato.

El partido murió en el descanso, porque el banquillo del Valladolid pareció incapaz de improvisar un nuevo guión sobre la marcha. Sin que el rival mostrase mayor determinación para intentar la hazaña, el Deportivo se limitó a esperar que un nuevo contragolpe le permitiese apuntillar al moribundo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_