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FÚTBOL 31ª jornada de Liga

El Atlético se queda sin Jugovic y Valerón

El serbio, con rotura fibrilar, y el canario, con una lesión de rodilla, al menos un mes de baja

Diego Torres

El Atlético perdió ayer la médula de su centro del campo. Se queda desarbolado. Cuando el equipo había alcanzado un estado que su técnico, Radomir Antic, dio en llamar de "equilibrio" -con un centro del campo que colabore con los centrales, organice el juego, tape las bandas y arrope a Juninho- van sus jugadores más fundamentales y se lesionan de gravedad. Jugovic padeció una rotura fibrilar y Valerón sufrió un golpe en la rodilla derecha que puede conllevar una lesión grave, de ligamentos o de menisco, según el médico del club, el doctor José María Villalón. Es casi seguro que ambos permanecerán en la enfermería durante más de un mes. El Atlético tendrá que aprender a vivir sin ellos. "Estamos preocupados", se lamentó Antic, "hemos tenido la desgracia de perder a Valerón y Jugovic por estas lesiones...". El técnico rojiblanco no se frenó a la hora de lamentar más las lesiones que la pérdida de los dos puntos ante el Barcelona. El equipo está cansado tras la semana europea y un partido de vuelta en Parma que resultó tan traumático como anunciado. Aquí es donde Antic ve una causa importante en la pérdida de precisión de sus jugadores: "Se ve que el equipo tiene ideas pero no las puede concretar. Falta precisión en el pase y eso es por cansancio. Voy a dar dos días de descanso, hasta el miércoles, para recuperarnos".

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La lesión de Jugovic tiene connotaciones más trascendentales que la de Valerón. Justo cuando asumió responsabilidad, cuando se vio su nervio de gran jugador, regateando al borde del área, llegando y disparando a puerta -algo raro en él esta temporada- cayó lesionado. Tras un quiebro de Rivaldo en el minuto 74, Jugovic se desplomó como fulminado: sufría su quinta lesión grave en esta temporada. El año pasado fue una fisura en un ligamento de su tobillo derecho, luego una rotura fibrilar. Este año sufrió una esguince en el tobillo derecho y una contractura en el músculo tensor. Cuando Antic llegó al equipo, había jugado sólo un 60% de los partidos del Atlético. Con su compatriota alcanzó una regularidad que ayer perdió de súbito.

Juan Carlos Valerón tuvo similar suerte que su compañero serbio. En el último minuto, frente al túnel de vestuarios, tras un choque fortuito cayó al suelo agarrándose la rodilla derecha. Tiene un bloqueo articular que hace imposible la determinación exacta de la lesión, según Villalón. "El dolor hace imposible la exploración. Por eso remitimos al exámen que haremos mañana, al igual que para Jugovic", explicó el médico. "Son lesiones no graves pero importantes, y pueden apartar a los jugadores durante bastante tiempo", agregó.

Juninho, arropado y cómodo

Su seleccionador, Wanderley Luxemburgo, presenció el partido desde la grada del Calderón. Y Juninho jugó su mejor partido de esta temporada en el Calderón: quizá lo animaba el deseo por volver a vestir de amarillo, una elástica que no se pone desde 1997, antes de que una entrada de Michel Salgado le rompiera los huesos del tobillo y frustrase su participación en el mundial de Francia. "Me sentí bien, con confianza. Creo que cuando todos nos ayudamos jugamos mejor. He sentido que siempre tuve posibilidades de pase, que a mi alrededor siempre hubo dos o tres compañeros para recibir el pase", explicó Juninho tras el partido. Relajado, con sus sempiternas mechas rubias y el pelo muy recortado, el garoto de San Pablo hizo esfuerzos para que se le notara que quería quitar importancia a un momento largamente esperado: jugar bien, ver a sus compañeros, intentar regates, fintas, y lograrlo. Dar pases difíciles. Ya se sabe: a Juninho le gustó jugar con cuatro centrocampistas a su alrededor, como ayer, con dos pasadores impecables, Jugovic y Valerón, en su retaguardia. Con, Mena, un batallador muy táctico a la derecha. Con un extremo a la izquierda (Gómez) y con un punta por delante que ayer fue José Mari.

Tan bien se sintió Juninho que creyó que podía ganarle al Barcelona: "El partido pudo haber salido mejor, pero cuando mejor estábamos, Abelardo nos marcó el gol del empate".

Antic lo vio más o menos con el mismo optimismo. El técnico andaba abrumado. Terminó el partido, bajó al vestuario, a su despacho y encendió la televisión. "No me voy a poder olvidar de dos momentos", anunció a la prensa, "el gol que se perdió Juan Gómez a pase desde la derecha de Mena y el fuera de juego de Loren, que no ha sido. Lo acabo de ver por televisión. El juez de línea se equivocó". Antic suspiró nervioso. Su semana no ha sido fácil tras la muerte de su padre. Ayer estuvo cerca de conseguir su primera victoria en el Atlético -lleva seis partidos, tres derrotas y tres empates-.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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