RAÚL ZAFFARONI PARLAMENTARIO DE ARGENTINA "El poder punitivo nunca resolverá los crímenes contra la Humanidad"

Raúl Zaffaroni (Buenos Aires, 1940) es uno de los penalistas latinoamericanos de mayor proyección internacional y parlamentario en el territorio federal de Buenos Aires por el movimiento de izquierda Frepaso. En tiempos del general Videla sufrió los rigores de la dictadura argentina, un periodo que conoce al dedillo desde el punto de vista jurídico. Actualmente dirige la cátedra de Derecho Penal en la Universidad Nacional de Buenos Aires y se halla comprometido con numerosos programas de Derechos Humanos en varios países americanos. Gran dominador de la oratoria, con un poso parlamentario fuera de toda sospecha, Raúl Zaffaroni pronunció ayer una conferencia en la Facultad de Derecho de la UPV, en San Sebastián, sobre Crímenes contra la Humanidad e impunidad de las dictaduras americanas. Por deformación patriótica, Zaffaroni agotó gran parte de su discurso explicando el caso argentino y circunvaló la situación que viven otros países del Cono Sur. Afirma que las atrocidades cometidas contra una parte de la población argentina, entre ellos unos 300 niños, suscitaron en Argentina un "auténtico problema jurídico", puesto que "siempre hay alguien que hace mayores estupideces de las que cualquier experto puede imaginar en su laboratorio jurídico". El golpe de militar de 1976, en opinión de Zaffaroni, sorprendió a los argentinos como "la sucesión de otro regimen inestable más". "Desde 1930 estábamos entrenados a los golpes de Estado que rompían el orden constitucional, pero nadie sospechó que se instalaba un plan de exterminio masivo de personas", la mayoría de las cuales "cayeron por no tener conciencia de la situación política en que se encontraban". Los problemas jurídicos se plantearon al terminar la dictadura. "¿Qué hacemos desde el poder punitivo con los responsables del genocidio? ¿Quién es competente para juzgar a los militares? ¿Debe ser selectivo el juicio?", se cuestiona el político argentino, quien también calificó las leyes de Punto Final y Obediencia Debida como "un indulto en toda regla a condenados y procesados". El papel de la Justicia Raúl Zaffaroni abordó también el juicio que se sigue contra el ex dictador chileno Augusto Pinochet. A diferencia de lo que sucede en su país, cree que en Chile la dictadura tiene "un gran respaldo político en la derecha". "En Argentina, salvo algún animal prehistórico de la política, nadie se identifica con los responsables de la dictadura de Videla", dice. Zaffaroni observa en Chile una opinión dividida entre quienes defienden que la vuelta de Pinochet a Chile sería "problemática para el Gobierno y las fuerzas democráticas" y quienes reclaman su repatriación porque "si muere fuera del país condenado o procesado se convertiría en un mártir". En cualquier caso, Zaffaroni lamenta que un país "casi nunca juzgue a sus dictadores" y, en cambio, "celebre cuando es procesado por otro Estado", como en el caso de Pinochet. Sostiene al respecto que "la justicia siempre agarra a los perdedores; no hay más que ver a esa pareja de viejecitos que forman Pinochet y Thatchet. Ya no tiene poder, dan pena". Zaffaroni opina que "el poder punitivo siempre será selectivo y nunca juzgará a todos sus responsables". "Nunca servirá para resolver este tipo de crímenes contra la Humanidad, y menos un genocidio. Un hecho de genocidio está fuera de Derecho, va más allá. Si existe un plan de aniquilamiento, urge negociar con sus autores para salvar como sea a las posibles víctimas. No se puede ejercer el poder punitivo, porque actúa sobre hechos consumados". Zaffaroni afirma que el Derecho Penal "nos prometió que iba a solucionar todo, pero no ha corregido nada". Por último el parlamentario argentino se refiera a la crisis de los Balcanes para explicar que los argentinos están "muy preocupada por la política que ha adoptado el Gobierno, que inveteradamente está a las órdenes de Estados Unidos, con el que mantiene unas relaciones carnales, según manifestó en un lapsus linguae el presidente Carlos Menem". "No descartamos que el Gobierno nos meta en el conflicto por su solidaridad incondicional con los Estados Unidos".