Juan Verón: "No nos esperábamos un partido tan fácil"

Juan Sebastián Verón, apodado La Brujita, no quería parecer presuntuoso. Buscó decirlo de manera elegante, pero inevitablemente se le dibujó en el rostro la sonrisa de pícaro suburbano que le caracteriza: "La verdad es que no nos esperábamos un partido tan fácil. Aunque pienso que el Parma ha reducido la capacidad del Atlético. No les hemos dejado hacer todo lo que en teoría podían".El media punta del Parma participaba de la perplejidad de la expedición italiana. Nadie esperaba encontrarse con un triunfo en bandeja. El Parma no es inmune a las críticas en Italia. Su juego no termina de convencer y sus hinchas exigían un scudetto que parece imposible. Ayer, el equipo deslumbró con un juego que sirvió a su entrenador, Alberto Malesani, para contestar a la prensa de su país: "Las críticas son justas, pero ya basta. Hoy hemos demostrado que, a lo largo de la estación, el rendimiento del equipo ha sido bueno". Parecía como si el Parma hubiera salvado la temporada a costa del Atlético. Y si en 1993 fue gracias a dos goles de Faustino Asprilla en el Calderón, ayer el ejecutor de los rojiblancos fue Chiesa.

Si Hernán Crespo es un delantero rompedor más potente que rápido, de 1,88 de altura, esbelto y de formas gruesas, Chiesa es todo lo contrario. Son un dúo asimétrico. Más veterano, el internacional italiano es pequeño, tiene pinta de diablillo, es rápido, eléctrico, y sus rasgos se acentúan, configurando una cara afilada. Sus dos goles tumbaron al Atlético en la lona. Él no duda en elegir a su mejor obra. En el minuto 14 recibió un centro desde la derecha, entró solo al área del Atlético, pero se vio lejos y un poco escorado como para disparar. Falso: "Me di cuenta de que Molina esperaba un disparo muy fuerte", relata, "y yo le lancé una vaselina apuntándole al segundo palo".

Los jugadores del Parma se vieron siempre confiados. "Esperábamos ganar", admite Verón, "pero no de esta manera". Al terminar el partido estaban totalmente relajados. Una prueba: La Brujita atendía a los medios en calzoncillos. Su pantalón se lo había intercambiado con Torrisi.