España gana a Holanda en sub-21 y se coloca a la cabeza del grupo
La selección española sub-21 se colocó ayer en cabeza de su grupo, en la Eurocopa de esta categoría, al vencer a Holanda pon 01 en el estadio Arke, de Enschede. El equipo holandés figuraba empatado con España, tras haben ganado ambos sus tres partidos anteriores.
Ayer, pese a las bajas de José Mari y de Velasco (sancionados), Iñaki Sáez, el técnico español; ganó la partida en todo momento a los holandeses. De salida, España avasalló al equipo local, y Luque dispuso de dos ocasiones da ras, una de ellas tras una larga carrera en solitario que le llevó ante el portero aprovechando un pase largo. Pero falló. El gol español llegó en una magnífica jugada de toques entre Velamazán y Tamudo por el pico derecho del área, que remató Luque a placer en el centro de la zona chica.
El dominio hispano era claro, Xavi y Albelda controlaban sin problemas el dentro del campo; y la defensa, con el valencianista Angulo a la cabeza, se cerraba bien ante las escasas incursiones locales. Tras el gol, los de Iñaki Sáez se relajaron un poco y se limitaron al centrocampismo, confiando todas sus posibilidades al contragolpe. El problema era que los delanteros españoles caían con demasiada facilidad en el fuera de juego.
Sin embargo, los holandeses tampoco parecían capaces de trenzar una jugada de peligro. El único que inquietaba a la defensa era Musampa, el explosivo jugador de la cantera del Ajax ahora en el Girondins de Burdeos, que subía con facilidad por la banda izquierda. Los locales sólo hicieron una jugada de verdadero peligro durante los primeros 45 minutos, y ésta partió de las botas de Musampa, que cruzó un balón largo para Bruggink, éste mandó el balón al dentro del área y allí Vennegoor of Hesselink remató de cabeza un balón que ya parecía gol pero que se fue, por centímetros, por encima del larguero.
El descanso sentó bien a los de Han Berger, técnico holandés, que volvieron con las ideas mucho más claras y más volcados al ataque. Justo lo contrario que los españoles, en cuyas filas se notaba cierto conformismo. En los últimos cinco minutos, los holandeses se lanzaron sin descanso hacia la meta de Felip. Pero su falta de precisión les llevó a la derrota.
