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Almunia pone en manos de Ciscar la tarea de solventar la crisis del PSOE valenciano

Anabel Díez

El secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, encargó ayer al secretario de Organización, Ciprià Ciscar, la resolución del conflicto de la federación valenciana -la segunda más numerosa-, cuya división ha llevado a Joan Romero a dimitir como candidato a la Generalitat y a abandonar la secretaría general. Algunos miembros de la dirección desaconsejaron sin éxito que Ciscar sea el artífice de la solución, ya que le consideran parte del litigio. Ahora, la principal preocupación está en encontrar un candidato para enfrentarse a Eduardo Zaplana. Los favoritos son Carmen Alborch y Antoni Asunción.

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De la ejecutiva federal celebrada ayer surgió una lista de 21 personas que llevarán en adelante las riendas del PSPV-PSOE hasta que se celebre un congreso extraordinario, lo que no ocurrirá hasta después de las elecciones del 13 de junio. Juana Serna será la encargada de presidir esa gestora."Deploro profundamente que no haya habido los consensos necesarios para mantener a Joan Romero, ya que fue el elegido en elecciones primarias, aunque estoy seguro de que tendremos un excelente candidato". Ésta fue la única declaración del candidato a la Presidencia del Gobierno, José Borrell, tras la insistencia de los medios de comunicación para que opinara sobre la crisis valenciana. Borrell abandonó la reunión cuando la cúpula del PSOE empezaba a debatir el conflicto. No fue casualidad. El candidato, deliberadamente, no mostró interés alguno en verse involucrado en rencillas de la organización, máxime cuando Joan Romero fue uno de los pocos secretarios generales que le apoyó desde el primer momento.

Mientras Borrell daba cuenta a los medios de los asuntos que hoy se verán en el Congreso de los Diputados -la cumbre europea de Berlín y los ataques de la OTAN a Serbia-, la ejecutiva entraba de lleno en Valencia. Ciprià Ciscar, secretario de Organización; Joan Lerma, secretario de Empleo, y las vocales Josefa Frau y Ana Noguera ofrecieron su versión. Esta última, candidata a la alcaldía de Valencia y perteneciente a Izquierda Socialista, reprochó a la ejecutiva que no haya tomado cartas en la crisis. La conclusión que todos extrajeron es que la federación valenciana, la segunda en importancia numérica del PSOE, está en crisis desde el mismo momento en que terminó su congreso hace más de dos años, en el que Romero fue elegido por una exigua mayoría.

Todos entendieron el desacuerdo de Noguera en que sea Ciscar el que oriente la crisis, ya que sus partidarios en Valencia han sido clave para dejar en minoría a Romero. Pero Joaquín Almunia zanjó el asunto recordando que Ciscar es el secretario de Organización del PSOE y, por tanto, el responsable de solucionar las crisis.

La mayoría de los miembros de la ejecutiva no se opuso, consternados como estaban por la catástrofe que supone quedarse sin candidato a poco más de dos meses de las elecciones. La complejidad de la guerra de familias en Valencia, con cambios permanentes de apoyos, se le escapa a los miembros de la ejecutiva federal, que sólo piensan ahora en encontrar al mejor candidato posible. La ejecutiva federal ha dado de plazo al comité nacional del PSOE de Valencia hasta el 8 de abril para que encuentre a un candidato.

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En este órgano federal se piensa sin ambages en la ex ministra de Cultura Carmen Alborch, y así lo pusieron de manifiesto. Pero a los miembros de la dirección federal casi les da "vergüenza", según expresión de uno de ellos, pedir a Alborch que asuma la responsabilidad cuando la propia federación valenciana se lo ofreció hace meses con vehemencia, para poco después comunicarle que ya no era necesaria. Los interlocutores consultados aseguraron que no le harán la oferta si no están seguros de que va a aceptar. Las mismas fuentes indicaron que lo más probable es que el candidato sea el ex ministro del Interior Antoni Asunción.

Aunque el caso valenciano es singular por la enorme desmembración que allí vive el partido, ayer cundió cierto pánico porque el fenómeno se repita en otras federaciones. El candidato en la comunidad cántabra, Ángel Duque, anunció el domingo que dimitirá de ese mandato de sus compañeros si la ejecutiva le impone la lista. La preocupación se observó en la sede federal del PSOE, donde por la tarde se reunían todos los barones del partido, agrupados en el Consejo Territorial.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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