El Caja cura sus heridas
El dominio de los sevillanos junto al mal partido de Djordjevic abaten al Barça
El enfrentamiento de ayer entre el Caja San Fernando y el Barcelona sirvió como anticipo de lo que será la fase final. Ambos equipos llegaban heridos y con su confianza mermada por sus graves tropiezos en Liga ante el Girona y el la Copa Korac ante Estudiantes, respectivamente.Con estos antecedentes, el choque entre el equipo que menos puntos ha encajado, el Caja, y el que más ha anotado, el Barcelona, se presentaba disputado hasta límites extremos. Pero algo falló. Y fue en el Barcelona. Pese a su esfuerzo y a las sucesivas rotaciones de jugadores, merced de la profundidad del banquillo blaugrana, el Barça opuso poca resistencia, desconcertado por el acierto en todas las facetas del juego de los sevillanos.La causa de esta dejadez radicó en el mal partido que hizo su jugador emblema: Shasha Djordjevic quien, al término del encuentro, entre sollozos, explicó a la prensa lo difícil que le había sido "salir a divertir a la gente" mientras en su país "mi gente muere". El base yugoslavo fue incapaz de olvidar en la cancha su preocupación y eso se notó. Puntuó escasamente, fue incapaz de contrarrestar al habilidoso y genial Andre Turner y obvió su tarea de director de juego. Su abatimiento y su desgana acabó calando en sus compañeros y el Caja sacó provecho de ello. Las carencias blaugranas se tornaban virtudes en los hombres de Imbroda.
CAJA S
FERNANDO 72 BARCELONA 61Caja San Fernando: Turner (13), Schutte (3), Mike Smith (17), Scott (13), Romero (8); Fernández (3), Kornegay (6), Bosch (3), Odriozola (6) y Salva Díez (0). Barcelona: Djordjevic (6), Esteller (7), Gurovic (9), Junyent (3), Derrick Alston (11); Nacho Rodríguez (5), Rentzias (10), Dueñas (4), Navarro (4) y Xavi Fernádez (2). Árbitros: Ramos, García Ortiz y Martínez. Eliminaron por faltas personales a Schutte. Partido disputado en el Palacio de los Deportes ante unos 5.000 espectadores. Los jugadores yugoslavos del Barcelona Djordjevic y Gurovic llevaron en sus camisetas unos crespones negros por las víctimas del conflicto bélico de Kosovo y no lucieron sus nombres en las mismas.
Recuperaron el acierto en el tiro exterior, mejoraron estadísticas bajo el aro y desarrollaron una compacta defensa que por algo ha sido tildada como la mejor de toda la ACB. Sobre esta base construyó el Caja su victoria. A poco de cumplirse el primer cuarto de partido la efectividad en los triples, muy repartida, dio al Caja la primera cómoda ventaja de las que disfrutaría a lo largo del partido (37-29, m. 15). Distancia que los jugadores blaugranas fueron acortando gracias al amplio muestrario de recursos del que disponen para solventar situaciones adversas. Al descanso se llegó con el marcador 39-33.
En el segundo periodo el Caja, muy seguro, seguía a lo suyo. En los primeros cinco minutos los sevillanos se despegaron en 12 puntos del Barcelona, errático y lento en las transiciones ataque-defensa (46-34, parcial 7-1). La seguridad con la que jugaba el Caja chocaba de lleno con el desconcierto del Barcelona. Turner y Díez se repartieron la tarea de dirigir a sus compañeros mientras que los blaugranas seguían huérfanos de liderazgo. Djordjevic era un remedo de sí mismo. Erraba en el tiro exterior, en los libres, no participaba en la cobertura defensiva y acabó en el banquillo. La entrega de Xavi Fernández y de Navarro sirvieron para maquillar el resultado y para nada más.
Turner, Smith y Odriozola hicieron valer su recuperada fortuna desde los 6,25 metros y aumentaron la brecha en el eléctrónico (68-50, m. 17). De aquí hasta el final, una agonía para el Barcelona y el domino absoluto de un Caja San Fernando que, con la victoria, volvió a ser el que era.
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