Los renovadores del PSPV buscan un líder para reorganizarse en el interior del partido
El movimiento renovador surgido en el seno del PSPV no se desactivará por la dimisión de Joan Romero el pasado sábado. Desde todas las plazas en las que los renovadores disponen de efectivos se insistía ayer en calificar de "paréntesis" la crítica situación a la que han llegado, y en la necesidad de reorganizarse a partir del momento en que se decida quién debe abanderar el proyecto. Los dos nombres que se apuntaban como posibles líderes del sector renovador eran los de Josep Sanus, alcalde de Alcoy, y Joaquim Puig, alcalde de Morella y diputado provincial.
En cualquier caso se insiste en que ha de ser una persona capaz de aglutinarlos. "Romero ya no puede ser, aunque lógicamente se le invitará a participar desde un segundo plano", señalaron. Tampoco se apostará por un militante desconocido o incapaz de ganarse las simpatías del grupo en su globalidad, lo que equivale, aunque no se diga explícitamente, a descartar de entrada al ex vicesecretario general del partido, Antonio Mira-Perceval, que levanta recelos incluso en la provincia de Alicante, donde aparentemente encabeza el movimiento. En definitiva, se anuncia una contrarrenovación que se aprovechará para atraer a referentes sociales y entregar el testigo a alguien comprometido con la política social y que, al mismo tiempo, sea capaz de desafiar, llegado el momento, a los barones del PSPV, coyunturalmente aliados en estos momentos. "Será más político y menos generoso que Romero, sin duda", aseguran. Los renovadores dedicarán los próximos días a trasladar a la opinión pública un mensaje claro: "Hemos intentado el cambio, agotando todas las posibilidades de diálogo porque participábamos de la idea de que se podía convencer con razonamientos políticos, pero no ha podido ser en esta ocasión". En clave interna, la estrategia consiste en no generalizar el abandono y conseguir el mayor número posible de candidatos en puestos de salida en las listas autonómicas de las tres provincias. Desde el partido, como corriente interna mayoritaria frente al resto de familias, y desde los puestos que alcancen en instituciones públicas, intentarán hacer llegar a la ciudadanía "que existe" otra forma de hacer política, "alejada de clanes y pendiente más de referentes sociales". Por ello, perdida toda posibilidad de controlar el grupo parlamentario de las Cortes Valencianas resultante de las elecciones del 13 de junio, los mayores esfuerzos se dirigirán a partir de ahora a arropar a los candidatos municipales. Reacciones en cascada Mientras tanto, las reacciones a la situación generada en el PSPV, sin candidato a tres meses de las elecciones, se suceden en cascada, desde dentro y fuera de la organización. De "espectáculo triste, lamentable e inadecuado" calificó la dimisión de Romero el secretario general del PSPV en Valencia, José Luis Ábalos. En declaraciones a la agencia Europa Press, Ábalos abogó por profundizar y fortalecer la renovación del partido para no caer en la involución. Para el senador Ángel Franco, la situación es "complicada", y la responsabilidad es, por entero, de Joan Romero, "que no ha sabido asumir una decisión democrática y se ha ido precipitadamente". El presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, del PP, aseguró que la crisis abierta en el principal partido de la oposición "no es buena para la Comunidad Valenciana", al tiempo que mostró su confianza en que los socialistas encuentren una solución con prontitud y consideró "lógico" que los populares hagan referencias públicas a esta ruptura en periodo electoral. Por su parte, el ex vicesecretario general del PSPV, Antonio Mira-Perceval, lamentó que se haya tirado "por la borda" el esfuerzo realizado en torno al ex candidato a la presidencia de la Generalitat, campaña de mercadotecnia incluida". "Quizás la responsabilidad sea de todos", apuntó Mira-Perceval, "y entre todos tendremos que buscar una salida a esta situación". El coordinaor de EU, Joan Ribó, considera la dimisión de Romero un hecho "insólito", e ironizó cuando se refirió a la crisis desatada también el sábado en la cúpula de Nova Esquerra, con la dimisión de sus principales cargos incluida. "Parecen ya hermanos gemelos", declaró. Como Zaplana, Ribó deseó a los socialistas una solución a sus problemas.
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