Triste adiós a Europa
El Madrid cayó eliminado de la Liga europea en un deprimente partido ante el Teamsystem
REAL MADRID 65 TEAMSYSTEM 76El Madrid consumó su eliminación europea sin ánimo de revancha, sin espíritu de pelea, por puro agotamiento. No tuvo opción a la victoria en ninguno de los dos partidos ante el Teamsystem de Bolonia, un equipo que tiene de italiano el domicilio social. El Madrid ha perdido la autoestima en algún punto de la temporada. No tiene fe. Su derrota fue triste y deprimente. No es que jugara mal, es que ha llegado a un punto en el que no juega.El Madrid llevaba 48 horas preguntándose si sería capaz de olvidar lo sucedido en Bolonia, pero daba la sensación de que la terapia no funcionaba: el equipo parece cansado hasta cuando sus protagonistas hablan para la prensa. No dicen nada ni dentro ni fuera de la cancha. Llegados al momento de la verdad, la sensación reinante no cambió: flotaba el pesimismo sobre la atmósfera del viejo/nuevo pabellón, que registraba un lleno de puro compromiso. La gente parecía más dispuesta a esperar antes de actuar, como si no confiara en exceso en sus chicos. Los primeros pasos del equipo sobre la cancha confirmaron las previsiones: defensa estática y ataque errático. ¿Cuántos kilómetros son capaces de correr Herreros y Angulo para regresar al mismo sitio y encontrarse en la misma posición? ¿Cuántas horas han de esperar Struelens y Beard para que, si alguien tiene a bien fijarse en ellos, les llegue un balón en condiciones?. En otras palabras, el Madrid mareaba la perdiz, sin saber muy bien qué hacer con cada posesión, por donde meterle mano a un la tibia defensa del equipo multinacional con sede en Bolonia..
Real Madrid: Lasa (8 ), Angulo (13), Herreros (22 ), Struelens (8), Beard (6), Santos (2), Martin (2), Luyk (4), Bueno (0)
Teamsystem de Bolonia: Mulaomerovic (11), Myers (16), Karnisovas (13), Gay (6), Fucka (8), Damiao (0), Jaric (22). Árbitros: Pitsilkas ( Grecia) y Brazauskas (Lituania). Segundo partido de cuartos de final de la Euroliga. Otros clasificados para la final a 4 de Múnich: Zalgiris, que volvió a ganar al Efes, 70-84, y Olympiakos (77-81 al Villeurbanne). Jugarán un tercer partido Pau Orthez-Kinder Bolonia, en Pau.
En esas circunstancias, la primera parte fue tan lastimosa como esperanzadora. El Madrid jugaba mal, pero el Teamsystem tampoco parecía sacar provecho de ello. La situación era como para esperar que, en un arranque de rabia, a poco que alguien tomara la iniciativa, el partido tenía un pase. Hubo, incluso, alguna ventaja imprevista. Apareció, por ejemplo, el famoso Mulaomerovic para anotar dos triples consecutivos, pero con tan mala fortuna que sumó tres personales que dieron con sus huesos en el banquillo hasta bien avanzada la segunda parte. Sin embargo, la sensación era más bien triste: el Madrid no lograba cuajar tres jugadas seguidas en condiciones. Sumaba canastas con una resignación insultante. Al Teamsysten le bastaron unos cuantos triples (le costaba menos trabajo anotar de lejos que de cerca) para llegar al descanso con el partido bajo control (32-36).
La segunda parte despejó todas las dudas. No es que el rival tuviera un arranque contundente, no es que el ritmo del partido se avivara, es que el Madrid seguía clavado en tan profunda depresión: los Albertos dando vueltas sin oficio ni beneficio y los pivots esperando el balón imposible. Un par de triples abrieron algo de brecha en el marcador y terminaron por evidenciar que el Madrid estaba realmente incapacitado para ganar el partido. La sensación era tan clara que al Teamsystem no le hizo falta rebasar la psicológica barrera de los diez tantos para dejar pasar los minutos con el partido amarrado.
Para ello, se instaló en una cómoda zona (no había que hacer esfuerzos extraordinarios) y dejar que los madridistas se fueran diluyendo progresivamente. Comenzó Lasa, desacertado en el pase, nervioso en el tiro. Luego se apagó Angulo, que contagió a Herreros. Santos había saltado a la cancha para ser un perro de presa, pero se quedó sin trabajo: el enemigo no estaba enfrente, estaba en casa. ¡Y qué decir de los pivots, que pasaron del aburrimiento al desconcierto tratando de pegarse con alguno para buscar consuelo!
El Madrid abandona la Liga Europea tras una actuación extraña, desconocida. No se puede especular con el desacierto o la falta de fortuna. Este equipo se ha perdido momentáneamente en algún punto de la temporada. Perdido estaba en Bolonia y perdido estuvo en Madrid.
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