El Lleida remonta y elimina al Barcelona de la Copa Cataluña

El Barça pagó cara su relajación ante el Lleida en la semifinal de la Copa Cataluña. El equipo de Van Gaal, sin ambición y menos motivado que su rival, se dejó remontar un 2-0 y en algunas fases del partido rozó el ridículo por culpa de la actitud apática de algunos jugadores que no supieron aprovechar la titularidad para demostrarle al técnico que puede contar con ellos. El Lleida se impuso por un apretado 4-3 que le clasifica para disputar por segunda vez la final de esta competición ante el vencedor de la otra semifinal que enfrenta hoy a Figueres y Espanyol (20.30).Van Gaal y Mourinho no se cansaron de advertir a sus jugadores, antes y durante el partido, sobre las consecuencias que podría acarrearles el no esforzarse al máximo ante un equipo teóricamente inferior que, como suele ocurrir en este tipo de confrontaciones, se acaba creciendo. Pero algunos jugadores no se tomaron la arenga en serio y esa desmotivación dio alas al Lleida.

El partido tuvo unos inicios prometedores. El Barça, muy seguro en defensa, esperó en su campo con excesivas precauciones porque se veía incapaz de superar la presión y la velocidad empleada por los jugadores de Víctor Muñoz, que buscaron más la portería, aunque con escaso tino. El equilibrio que se esbozó en la primera media hora se rompió en dos acciones aisladas del Barça, con dos remates de Nadal y Anderson. Fueron dos goles tan extraordinarios como inesperados.

El Lleida tuvo que batallar por encima de sus posibilidades para no salir goleado. No sólo no encajó más goles, sino que mantuvo a raya al Barça gracias a que pudo acortar diferencias al filo de la media parte. El equipo azulgrana tuvo en la defensa a su mejor línea. Nadal, Abelardo y Frank de Boer llevaron el peso del equipo, mientras que en el centro del campo Óscar, Cocú y Celades no consiguieron enlazar con Ciric, Anderson y Zenden, los tres muy desdibujados. El Barça quiso sentenciar y, cuando mejor estaba jugando, tuvo la replica del Lleida, que se reencontró con la efectividad que le había faltado en la primera media hora. El Lleida fulminó entonces al Barça que encajó sin pestañear otros tres goles.