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BALONCESTO LIGA ACB

El Baskonia sube al podio

Sólo los ligeros retoques en la clasificación animan la fase anodina en que han entrado los cuatro primeros equipos de la Liga ACB. El Tau Cerámica dedicó la jornada de ayer a dar un paso más hacia lo que será la parrilla de salida para las eliminatorias por el título. Desde ayer ocupa la tercera posición. Su partido frente al Cáceres se recordará más por ese dato que por el juego, tan deslavazado y trompicado como los de esta larga fase de espera hasta que termine la Liga regular.La culpa sólo es achacable a la propia temporada baloncestística, que se mueve por etapas, con momentos concretos en los que un equipo debe dar la cara y otros en los que basta con esconderse tras la estadística, sin necesidad de un juego armónico. El equipo de Scariolo es mucho mejor equipo de lo que enseñó al Cáceres. Concedió ventajas de hasta 11 puntos a los extremeños, se movió casi siempre por detrás en el marcador, se enzarzó en un duelo de faltas, técnicas y protestas, pero ganó.

TAU CERÁMICA 80

CÁCERES 76Tau Cerámica: Bennett (8), Espil (13), Beric (14), Bonner (14), Rusconi (11); Winters (5), Millera (2), Angulo (11) y Sanders (2). Cáceres: Arcega (13), Montes (4), Paraíso (14), Nix (15), Tinkle (8); Strothers (3), Morales (5), Bernabé (3), Doblado (11) y Pedrera (0). Árbitros: Llamazares, Fernández y Martínez. Eliminaron a Morales (m. 34) y Rusconi (m. 38). 7.000 espectadores en el pabellón Araba.

Esta vez ayudaron algo los árbitros. Llamazares y Fernández descentraron a algunos baskonistas (sobre todo a Bennett). El Cáceres, en cambio, se centró a lo suyo, por algo está infestado de jugadores veteranos, un hecho que le ayuda a templar los nervios, pero que al mismo tiempo convierte al equipo de José Alberto Pesquera en un grupo resabiado. Y además tiene un tercer extranjero, Strothers, absolutamente testimonial.

El Tau, por su parte, vive en marzo en un limbo, que le acarrea algunas complicaciones. Primero dejó marchar al Cáceres (9-19, minuto 7) y sólo cuando se enfureció fue capaz de endosar un parcial de 11-0 que niveló la contienda antes del intermedio (40-43). Pero no quiso dar un mazazo al partido. Así que dormitó toda la segunda parte, siempre por detrás, aunque a un margen manejable de cuatro puntos.

Para liquidar el partido utilizó una estrategia nada espectacular: un poco de dirección sosegada a cargo de Millera, otra pizca del eléctrico Lucio Angulo y muchos rebotes ofensivos (nueve) de Rusconi. El tramo final se jugó en la línea de tiros libres, donde salvo flagrantes excepciones el Baskonia rara vez fracasa, con lo cual sólo tuvo que dejar correr el tiempo.

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