Pablo Milanés actúa con Raúl Torres en la sala Suristán

"Me invitó mi amigo, y a los amigos no se les dice que no", afirma Pablo Milanés para justificar su presencia en el recital del también cubano Raúl Torres (Bayamo, 1966). Todo un acontecimiento, por las características de la actuación en un espacio reducido, que permitirá escuchar a Milanés, uno de los grandes de la trova, a la espera de su anunciada gira por España, que se ha pospuesto finalmente para los meses de julio y agosto.Hace más de diez años que ambos se conocen. Raúl Torres, que publicó en 1997 un disco titulado Ala de luz, lleva ya un año viviendo en Madrid sin demasiada fortuna. Quizá la presencia de Pablo Milanés a su lado cambie ahora su suerte. En la carátula de Ala de luz éste dejaba clara su opinión: "Sin duda, lo mejor de su generación en Cuba". "Será un vacilón, una descarga informal y deliciosa", asegura Milanés en la habitación de su hotel de siempre en la plaza de Santa Ana.

Pocos metros tendrá que recorrer Milanés el domingo para llegar a Suristán. Allí estarán los dos. Interpretarán a dúo dos de las canciones más conocidas de Torres, Candil de nieve -que Pablo Milanés incluyó en 1991 en su Canto de la abuela- y Se fue -grabada hace seis años por la cantante brasileña Simone en su disco en castellano La distancia-. También estrenan dos composiciones de Raúl Torres, Distancia amarga y Suerte y astucia. Pablo Milanés, plenamente recuperado de su operación de cadera, está empezando a preparar en La Habana su próximo disco (Días de gloria) y piensa realizar las mezclas en un estudio madrileño. Tendrá que grabarlo en los huecos que le dejen, a partir del 15 de abril, sus actuaciones en Colombia, Perú, Argentina...