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BERNARDO VÁZQUEZ CANTAOR "Mi bisabuelo me pegaría un bastonazo si me oyera cantar"

Margot Molina

Todavía no hace dos años desde el día en que al joven cantaor Bernardo Vázquez, bisnieto del gran Manuel Torres, le cambió la suerte por casualidad. Bernardo, que ahora tiene 22 años, estaba en un bar con unos amigos cuando se encontró con un guitarrista, Antonio Moreno. El músico estaba desolado porque tenía una actuación en otro local sevillano y se había quedado sin cantaor. Bernardo le hizo el favor a su amigo y, sin buscarlo, se lo hizo a sí mismo. De esa noche resultó un contrato con la discográfica Mercurio que, precisamente, estaba buscando una voz joven para que entonara algo así como una tecno-rumba-aflamencada. El resultado son dos compactos en el mercado y conciertos en los que es capaz de congregar a 4.000 espectadores. El primer álbum, Deseo azul, está a punto de conseguir el disco de platino -100.000 copias vendidas- y acaba de sacar su segundo trabajo, Directo al corazón, en el que se atreve a componer letra y música de algunos temas. Pregunta. Usted forma parte de una familia donde siempre se ha cultivado el flamenco más ortodoxo, ¿cómo se decidió por la fusión? Respuesta. Yo he hecho siempre flamenco. He cantado desde chico, porque por mi casa ha pasado todo el mundo, Camarón, Aurora Vargas, Pansequito... El cambio fue hace dos años, cuando una persona de Mercurio me oyó cantar en un local de Sevilla y me propuso que hiciera algo nuevo. Yo siempre he oído todo tipo de música y la propuesta me interesó. P. Entonces, el estilo con el que tanto éxito está teniendo es casi de laboratorio. R. Sí, en el primer disco hay más de laboratorio. Al principio me sentía raro, pero le he puesto mucho sentimiento y eso ha hecho que de resultado y que al público le guste. A mis conciertos va gente muy joven, pero también de hasta 70 años. P. ¿Qué ha cambiado en su segunda grabación? R. He metido temas míos. Para La trampa del amor he escrito la letra y la música y para otros, sólo la letra. También, en Aires de mezquita, me acompaña una cantante palestina. Soy el tonto del boli, cuando me viene algo a la cabeza tengo que escribirlo inmediatamente. Es un mundo nuevo que estoy descubriendo y me gusta. P. ¿Qué cree que diría su bisabuelo Manuel Torres si lo oyera cantar? R. Me mataría. Me cogería y me daría un bastonazo, pero creo que en el fondo se alegraría porque los artistas se enorgullecen de ver a personas que de verdad sienten lo que hacen. P. Lo que, ¿es hace nuevo flamenco? R. Yo no lo llamaría nuevo flamenco, sino tecno-rumba-aflamencá. Lo que se trata es de hacer algo nuevo. No tiene sentido hacer lo mismo que Alejandro Sanz o Ketama, porque ya están ellos que lo hacen muy bien.

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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