Zaplana asegura en Bruselas que la nueva distribución de fondos europeos no perjudicará a los agricultores
Eduardo Zaplana aseguró ayer en Bruselas que los agricultores valencianos no resultarán perjudicados en la nueva distribución de fondos europeos que se negocia en el seno de la Unión Europea de acuerdo con la denominada Agenda 2000 que, entre otras cosas, revisa la política agrícola comunitaria y aborda una sensible reducción de las subvenciones al sector agrario. El presidente de la Generalitat, que participó en una reunión plenaria del Comité de Regiones (CdR), se entrevistó con la ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, para interesarse por el desarrollo de las negociaciones y comentó que los valencianos no sufrirán "el más mínimo retroceso". El grueso de la agricultura mediterránea no forma parte de las negociaciones de la PAC, según admitió Zaplana, pero sí podrían producirse ciertas repercusiones entre los productores de frutas y hortalizas. Loyola de Palacio destacó los "claros intereses" de la Comunidad Valenciana en los sectores del cereal, vacuno y lácteo, pero hizo especial hincapié en las negociaciones en torno al futuro del viñedo y las hortalizas. La ministra de Agricultura señaló el "esfuerzo" desarrollado por los valencianos en la reconversión varietal de los viñedos y afirmó que trabaja para salvar la OCM del vino que permitirá acceder a nuevas ayudas para acometer la definitiva reconversión del sector. También citó posibles beneficios futuros para el sector de hortalizas a través de la nueva distribución de fondos estructurales. "Estoy absolutamente convencido de que todo el sector agrícola valenciano sabe que nuestra posición es infinitamente mejor de lo que se podía haber sospechado hace simplemente unos meses", dijo Zaplana. El presidente de la Generalitat cerró su jornada en Bruselas con la defensa ante el pleno del CdR de una resolución en defensa de los fondos de ayuda a las regiones más necesitadas de la Unión Europea. Zaplana invocó la solidaridad entre los pueblos como principio irrenunciable de los tratados fundacionales de la UE. Insistió en la necesidad de evitar desequilibrios entre las regiones más ricas y más pobres a través de los denominados fondos de cohesión. Y cerró su intervención apelando a un progreso económico sin discriminaciones. La propuesta sometida al pleno fue aprobada por práctica unanimidad con sólo dos votos en contra de representante alemanes.
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