PSOE y Nueva Izquierda ultiman un acuerdo electoral en Málaga

PSOE y Nueva Izquierda tienen prácticamente cerrado un acuerdo para concurrir en una sola candidatura a las elecciones municipales del 13 de junio en Málaga, cuya formalización está pendiente de que la ejecutiva federal de este partido dé el visto bueno a las negociaciones realizadas de forma particular por algunas de sus direcciones provinciales. De otro lado, la ejecutiva del PSOE en Málaga zanjó ayer su enconado enfrentamiento con la agrupación de Estepona de forma radical: la disolvió.

Desde que el pasado 2 de marzo fracasara el intento de cerrar un acuerdo electoral entre ambas formaciones en Andalucía, PSOE y Nueva Izquierda intentan hacerlo de forma particular en algunas ciudades. Las negociaciones se han intensificado en Cádiz y Málaga, donde NI dispone de representación institucional y de alguna relevancia social. El lunes día 8 se ultimó un acuerdo político entre las direcciones provinciales de ambas formaciones en Málaga, donde el candidato socialista, Francisco Oliva, ha puesto especial interés en lograr un pacto, hasta el punto de que ha ofrecido a Nueva Izquierda dos puestos en la candidatura -el segundo y el decimosegundo-. Las dificultades en la negociación regional motivó incluso que el PSOE malagueño aplazara las asambleas para la aprobación de la lista, previstas inicialmente para el 2 de marzo. El pacto sólo está pendiente de un aspecto formal: que la ejecutiva de Nueva Izquierda apruebe las negociaciones realizadas por algunas de sus direcciones provinciales con el PSOE. Una vez que este visto bueno se produzca, las direcciones de ambos partidos volverán a reunirse, posiblemente a lo largo del fin de semana, para redactar un documento con el acuerdo político. Programa común Ambos elaborarán un programa electoral común y deben aún determinar el uso de los emblemas de ambos partidos en algunos actos públicos y en la propaganda electoral. Nueva Izquierda está dispuesta a acudir con el PSOE en Málaga en una sola lista sin que sus distintivos aparezcan en la papeleta, condición que para el PSOE siempre ha sido irrenunciable. La aún candidata de Nueva Izquierda a la alcaldía de Málaga, Auxiliadora Almagro, que una vez firmado el acuerdo será número 2 de la lista socialista, aseveró ayer a este respecto que "el concepto de la unidad es lo más importante" y que "la verdadera cuestión es cerrar un acuerdo de contenidos en lo político y que preserve la singularidad de ambos partidos". Por otro lado, la ejecutiva provincial del PSOE de Málaga decidió ayer disolver el comité local del partido en Estepona, con cuya dirección provincial mantiene un enconado conflicto desde hace meses. El detonante final de la crisis ha sido la negativa de la dirección socialista esteponera, encabezada por el ex alcalde Miguel Castro, a aceptar la nominación de Antonio Caba, actual portavoz municipal, como candidato a la alcaldía. Lejos de aceptar esta designación, Castro decidió convocar una asamblea local para designar un candidato. La dirección local de Estepona recurrió la designación de Caba como candidato a la alcaldía. En los últimos meses, Castro y la dirección provincial han mantenido un sinfín de encuentros para acercar posturas pero sin ningún éxito. La ejecutiva provincial nombró ayer una gestora que estará presidida por José Flores. La crisis de Estepona supone un serio obstáculo para las aspiraciones del PSOE de arrebatar al PP la presidencia de la Diputación Provincial, para lo que necesita mejorar sus resultados en la comarca de la Costa del Sol Occidental. Los socialistas aún tienen que designar su candidato en Torremolinos, donde la ejecutiva que dirige Juan Fraile ha propuesto a Montserrat Reyes. La ejecutiva consiguió un acuerdo para la candidatura de Vélez Málaga, el municipio más importante que gobierna en Málaga, y donde repite como candidato el actual alcalde, Antonio Souvirón. El acuerdo alcanzado ayer permite que en el número dos de la candidatura socialista en Vélez Málaga figure el dirigente del sector crítico Antonio Moreno Ferrer. El PSOE arrebató al PP la alcaldía de Vélez Málaga mediante una moción de censura acordada con Izquierda Unida.