El testigo que imputaba otro delito a un condenado del "caso Arny" se retracta ahora

Juan Manuel G., el testigo que acusaba a Marcos C.M., condenado por el caso Arny a dos años de cárcel, de haberle inducido a la prostitución cuando tenía 14 años, se retractó hoy ante la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Sevilla de las imputaciones y aseguró que nunca mantuvo relaciones sexuales con el procesado. Según el fiscal, los hechos tuvieron lugar en la primavera de 1994, con anterioridad a que se destapara el escándalo que dio lugar al macroproceso y se prolongaron por espacio de unos siete meses, durante los que mantuvo relaciones sexuales, consistentes en felaciones o masturbaciones, a cambio de 1.000 pesetas, aunque también era "agasajado" con invitaciones a comer o a otros sitios que hasta entonces "habían estado vetados al joven por la falta de recursos económicos". El joven, que actualmente tiene 19 años y que fue conocido como el testigo número 4 en el caso Arny, señaló en cambio que conoció a Marcos C.M. en la Plaza de España a través de un amigo que, según dijo, era quien ofrecía sus favores sexuales al acusado a cambio de dinero. "No me gustaba" El testigo indicó que nunca mantuvo relaciones sexuales con el procesado y que éste sólo le realizó algún "toqueteo" en la pierna, pero que él se negó a cualquier relación porque "no me gustaba". Además, rechazó que hubiera cobrado dinero del acusado y que fuera invitado a restaurantes, y añadió que era su amigo -al que no identificó- el que tenía contacto con el acusado, aunque ambos se gastaban el dinero que éste recibía de Marcos. Por su parte, Marcos C.M., que se declaró inocente, aseveró ante el tribunal que ni siquiera conoce al joven que le acusa y explicó que éste podía conocerle porque frecuenta bares de ambiente y en alguna ocasión estuvo en la Plaza de España. El fiscal mantuvo su calificación de los hechos y solicitó por un delito de prostitución de menores 18 meses de cárcel para Marcos C.M., multa de 360.000 pesetas y que indemnice al joven con un millón de pesetas por los daños ocasionados. Según su informe, la retractación del joven ante la Sala no desvirtúa que "efectivamente" tuvo relaciones sexuales con el acusado a cambio de dinero, al tiempo que manifestó que el testigo, en su declaración, "no se quería acordar de los hechos, respondiendo con evasivas ante un episodio que ha debido marcar su vida" y que, por tanto, no debía haber olvidado.