Mariscal de Gante y Chaves presiden en Priego de Córdoba un acto de homenaje a Alcalá-Zamora
La ciudad de Priego de Córdoba comemoró ayer el 50 aniversario de la muerte de Niceto Alcalá-Zamora, primer presidente de la II República española desde 1931 a 1936. La ministra de Justicia, Margarita Mariscal de Gante, y el presidente de la Junta, Manuel Chaves, mostraron con su presencia en el homenaje el apoyo de las Administraciones. Según explicó la ministra, Alcalá-Zamora fue la figura humana que mejor encarnó el espíritu del 14 de abril, que supuso la instauración de la República en España. Chaves, destacó la vinculación del estadista con Andalucía
El 18 de febrero de 1949 moría exiliado en Buenos Aires el primer presidente de la II República española, Niceto Alcalá-Zamora. 50 años más tarde, los vecinos de su ciudad natal, Priego de Córdoba, reivindicaron ayer en un acto institucional la importancia histórica de un personaje que consideran injustamente olvidado. Mariscal tranquilizó a los paisanos del estadista al garantizarles que éste nunca perdió la nacionalidad española, tal y como se creía hasta ahora. El Patronato Alcalá-Zamora, auspiciado por el Ayuntamiento de Priego, había fijado como uno de los objetivos prioritarios de los actos del cincuentenario el que le fuera restituida a su paisano la nacionalidad de la que le creían despojado por una sentencia de los tribunales franquistas. El Consejo de Ministros anunció hace un par de semanas que la sentencia existió pero que el Gobierno no llegó a refrendarla por lo que en ningún documento consta la pérdida efectiva de la nacionalidad. Mariscal se felicitó porque este aniversario haya caído tan próximo al vigésimo cumpleaños de la Constitución, "que supone el marco de convivencia con el que soñaron hombres como Alcalá-Zamora". Chaves aseguró que 50 años después de su muerte hay que quedarse con las aspiraciones de justicia, libertad y concordia del presidente republicano. José Alcalá-Zamora Queipo de Llano, nieto del ex jefe de Estado, glosó la figura histórica de su abuelo a quien calificó "como un hombre bueno que ha sido postergado, difamado y desdibujado". Queipo de Llano atribuyó este agravio de la historia a que Alcalá-Zamora era un hombre independiente "en una España donde una mitad estaba decidida a acabar con la otra mitad". En el acto se distribuyó un facsímil del discurso pronunciado por Alcalá-Zamora el 13 de abril de 1930 en el Teatro Apolo de Valencia. En éste, el ex jefe de Estado expresaba su apoyo definitivo a la República. También se inauguró ayer un busto del estadista en una plaza.
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